Capítulo 1

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Palacio imperial.

La música inundó el majestuoso palacio imperial, mientras los invitados celebraban el regreso del joven príncipe, después de que por su logró, Alyeron volviera a expandirse, y prosperar a la vista de los demás. Pero no todo era alegría. Detrás de toda esa enmascarada, muchos esperaran que se terminara de anunciar quien tomaría el trono, después de haber pospuesto el nombramiento por su repentina partida.

Eder, dejó que su vista viajara por el salón con ojo crítico. Muchos murmullaban entre ellos, de manera disimulada cuando la presencia del emperador ya se encontraba frente a ellos. Nadie parecía ser tan valiente como para preguntar su decisión.

Incluso si a la cara de los demás, la relación los nobles era tan perfecta.

Eder lo podía interpretar mejor.

Un amo sosteniendo la correa de una gran jauria, que movían su cola, por cualquier orden.

Él no estaba lejos de esa odiosa posición.

De pronto, los murmullos en la sala cesaron, desde la esquina apartada en la que se encontraba Eder, podía vislumbrar sin molestia al joven príncipe. Tinffeer hacía su entrada triunfal del brazo de su hermano mayor, el príncipe Lance, Eder notó el contraste. Mientras el emperador tenía una presencia imponente, Tinffeer irradiaba un encanto arrollador con su cabello dorado, sus profundos ojos azules y su deslumbrante sonrisa, y quizás el primer príncipe era el agua calmante entre ellos dos.

En el lugar todos se inclinaron ante su presencia, mientras la escandalosa risa del emperador llenó el silencio del salón.

Las caras de los invitados eran algo que no esperaba, encontraba en ellas el pánico y el miedo ante la apariencia de tal personaje. Expresiones de alabanza, de devoción, de horror en otros. Algunos parecían curiosos, como si lo que lo rodeaban se estaba moviendo o animándolo a hacer algún acto que jamás se había imaginado.

¿Sería por el apodo que quedó atrás de la caída del reino Zetha?

Perro loco. Habían escrito en el periódico plebeyo, mientras que para los nobles ¿No debería de ser lo contrario? Aunque Eder no dudaba de que le quedaba.

El mundo era complejo, y cuando las palabras no se podían escuchar, el silencio era una poderosa compañera que tanto escuchaba como sonaba. Todos levantaron la mirada, para notar la copa del emperador fue nuevamente rellenada, lista para brindar.

—¡Hijo mío! ¡La gloria del imperio se asegura contigo! —vociferó el emperador.

Eder no pudo evitar notar las miradas de desconcierto entre algunos elfos, vestigios del reino conquistado de Zetha. Sabía que la expansión militar del imperio traería problemas, pero nadie se atrevía a contrariar las ambiciones del emperador. Después de todo, hay un ganar por ganar si inviertes en otras muertes.

Sabías que ocurriría, nuestra presencia en este lugar no cambio el resultado

Vivimos en Alyeron ahora, seguimos sus reglas, Zetha ya no existe para nosotros › escuchó decir a otros, tan frio al despedir a su nación de esa manera, en lo que trataba de ocultar ese leve temblor mientras sostenía la copa. ¿Miedo o rabia? Cualquiera de las dos, puede crear caos, si así lo deseaban.

—Ignóralos, no son tu prioridad en estos momentos, Eder —escuchó la grave voz de su padre, y él solo asintió. Después de todo ese era su papel.

Asentir y sonreír hasta que se diera por completo acabado el banquete. La celebración de las victorias, junto a las recompensas no se hicieron esperar para el joven príncipe, en lo que lo demás murmuraban entre ellos.

Sombra Del Poder. (BL)Where stories live. Discover now