꒰ Un pájaro en la mano | Hananene ꒱

✧ -「 Parte IV 」⇢ [Final]

Nené asintió y le tendió el pájaro, que graznaba como el reloj de cuco más malvado y molesto del mundo. ¿Por qué pudo sostenerlo ahora sin que su brazo se rompiera bajo su enorme peso? Ahora se sentía como un pájaro normal y corriente, nada más. Quizás era que ahora se habían revelado los secretos que habían hecho que la verdad fuera tan pesada.

"Adiós, aparición", dijo Hanako, levantando su cuchillo. Nene se preparó, cerró un ojo con fuerza y ​​giró la cara. "Diría que fue un placer conocerte, pero no puedo mentir".

Luego hundió su espada hacia abajo, y el chillido de Makoto cesó abruptamente cuando explotó en una nube de plumaje color fuego. Lentamente, las diminutas plumas flotaron en zigzag hasta el suelo, pero desaparecieron antes de que pudieran alcanzarlo.

Hanako, guardando su cuchillo y dejando que Hakujoudai descendiera en espiral por su brazo para destransformarlo, se quedó allí y observó cómo la última pluma se desvanecía. Todo estaba en silencio.

Nene estaba paralizada, dolorosamente insegura de qué decir. Los latidos de su corazón todavía latían con fuerza en su garganta, la adrenalina residual de sus acciones imprudentes se mezclaba con el pánico de estar repentinamente a solas con la persona que se había visto obligada a confesarle su amor. Apretó los puños para detener el temblor y atrapó todas sus palabras informes detrás de sus labios fuertemente cerrados.

"Solo..." La voz de Hanako era cruda y quebradiza. Sonaba como algo tenso, algo que se rompería si se tensara más. "...Olvida lo que escuchaste. Por favor."

Ella quiso asentir. Para asegurarle que no había contado porque había sido en contra de su voluntad. Para hacer todo lo que él le pedía.

Pero en lugar de eso, su visión se volvió borrosa cuando sus ojos se llenaron de lágrimas, y reprimió el sollozo que se le escapó de la garganta mientras hundía su rostro entre sus manos.

"¡¿Qu-Yashiro, qué pasa?!" Sus frías manos apretaron sus hombros. "¿Fue el cuchillo? ¡Lamento haber tenido que matar al pájaro frente a ti!"

"¡Ni siquiera era un pájaro!" ella lloriqueó. "¡Y eso no es lo que me molesta!"

"¿Entonces que?" La pregunta era amable, pero urgente.

"Sólo me dijiste que olvidara..." Su labio tembló, pero bajó las manos, levantó los ojos para encontrarse con los de él y obligó al resto a decir: "¡Me dijiste que olvidara lo mejor que me ha pasado en la vida!"

Tambaleándose por el shock, la soltó para dar un paso atrás. "¿Q-Qué?"

"Sé que no fue a propósito... pero nunca antes me lo habían confesado". No sabía si el calor en su rostro era por el sonrojo o por las lágrimas que parecían derramarse interminablemente de sus ojos. "Me pediste que lo olvidara, pero no creo que pueda, porque a pesar de que estábamos en una situación aterradora, ¡todavía me hizo tan feliz...!"

"Shh, shh, te vas a poner escamosa", la tranquilizó, acercándose de nuevo para secarle las lágrimas con los pulgares. Ella simplemente sollozó y lo miró, y ¿cómo diablos había podido dejar de ver la suavidad en la miel fundida de sus ojos? ¿Cómo había visto alguna vez algo más que amor allí? ¿Cuánto tiempo llevaba mirándola así? "Está bien. No tienes que olvidarlo si no quieres".

"Hanako-kun", dijo temblorosamente, "estoy ena-"

Pero no pudo ir más allá, porque él había colocado dos dedos contra sus labios para detener sus palabras. "Espera", respiró, y el pliegue en su frente parecía... asustado. "Tú... no tienes que decir eso. Algunas cosas es mejor no decirlas".

Se había sentido difícil decirlo antes, pero por alguna razón, que le dijeran que no tenía que decirlo hizo que la irritación le erizara en la nuca. Nene decidiría lo que hizo y lo que no tuvo que decir, ¡muchas gracias! Ella lo fulminó con la mirada y apartó su mano. "Sí, es mejor no decir algunas cosas", dijo, con una voz mucho más segura que la de hace un momento. "¡Pero ésta no es una de esas cosas!" Agarrando su rostro entre sus manos, terminó a todo pulmón: "¡Estoy enamorada de ti! ¡Así que ahí tienes!".