-Ay noo, perdón vivi, no quería sonar violenta. -DIje y Violeta se levantó para acercarse a mi y abrazarme.

-No has sido violenta, solo he notado que te molesta el tema y prefiero no hablarlo, estamos en tregua.

-Vale. -Respondi y ella me miró .

-Coge tus cosas y vámonos de aquí. -Me dijo segura mirándome a los ojos, con un brillo que hacía mucho no notaba en sus ojos, era un brillo de ilusión, de amor, de compresión, era un brillo de que todo estaría bien.

Le hice caso y cogí mis cosas antes de pararme y cogerla de la mano. Caminamos para salir de aquel sitio y antes de irnos nos despedimos de Nacho.

Una vez en el coche Violeta me miró a los ojos y puso una de sus manos en mi pierna. Sabía lo que quería pero no iba  a dárselo tan fácil, la conocía lo suficiente pero era divertido jugar justamente con eso. Luego de más de un minuto en el que me miraba pero no accionaba ni comenzaba a conducir me tomé el atrevimiento de hablar.

-¿Vas a seguir mirándome como tonta mucho más o me vas a besar de una vez?- Le pregunté de manera chula y note como la descoloque porque no se lo esperaba.

-Joder Kiki, creo que nunca me acostumbrare a esta parte de ti.

-¿Que parte de mi? - Pregunté cómo si no entendiera a lo que se refería.

-Esta, tu me entiendes. -Me miro como pidiendo piedad y no pude evitar reírme porque era muy gracioso verla tan pequeña.

-Ven aquí dale. -Le dije y extendí mis brazos para que se acercase y acortemos la distancia entre nosotras.

Nos dimos un beso corto, sabíamos que no era el lugar para mucho más y creo que ambas teníamos claro que esa noche tampoco iríamos a más, acabábamos de hablar de tomarnoslo con calma y no íbamos a liarla tan rápido.

-Tengo una idea ¿Confías en mi? -Me pregunto Violeta mientras volvía a colocarse en su asiento del coche y a ponerlo en marcha.

-Claro que si. A ciegas confío en ti.

-Vale, genial. -DIjo y comenzó a conducir. Por lógica supuse que no iríamos a su casa y en cuanto comenzó a alejarse del centro de Madrid lo ví clarísimo.

-¿Me vas a secuestrar? ¿puedo dejarle un mensaje a mis hermanos de despedida?

-CHIARA ¿Que dices? -DIjo riéndose y luego doblo en una calle de tierra.

- No lo sé, por si acaso -DIje y ella negó con la cabeza unos segundos antes de frenar el coche.

-Violeta estamos en el medio de la nada ¿A dónde me has traído?

-Tu confía y ven. -DIjo antes de bajarse del coche y dar la vuelta para abrir mi puerta y darme la mano para que bajaste.

Me baje del coche y camine de la mano de violeta por un sendero que estaba poco iluminado, la verdad era que estaba muy confundida pero confiaba en ella y sabía que por algo estábamos allí.

-Vivi, me está dando un poco de miedo este sitio -Les dije en cuanto noté que cada vez estábamos más lejos del coche y en medio de la nada.

-Esto contigo, merece la pena creeme. -DIjo y justo en ese momento doblamos y note a unos metros un lago.

Caminamos esos metros que faltaban y en cuanto nos acercamos note que había un sitio mas iluminado y nos acercamos allí.

-Aqui compuse varias canciones... Es mi sitio de escape. Me lo enseñó Chechu una vez que estaba agobiadisima en el estudio y desde entonces vengo aquí cuando necesito huir de la ciudad.

-Eso muy guay, si tuviésemos una manta nos podríamos tumbar y todo.

-Esperame aquí. -Me dijo y yo la mire confusa, en cuanto ví hacia donde se dirigía caminando a paso rápido lo entendí.  Había una pequeña casilla a unos pocos metros.

Al volver trajo con ella una manta y unos cojines.

- ¿Pero como coño tienes acceso a esto? -Le pregunte confundida.

-Te lo dije antes Chechu me enseñó el sitio y cuando se enteró que lo frecuentaba me dió un juego de llaves, las cosas ahí dentro le pertenecen.

-Ay vale que al final Chechu te quiere más a ti que a mí.

-Pero amor, si tú te has ido a Barcelona enseguida, tampoco le has dado tiempo a nada. De hecho cuando empecé a currar con Chechu no nos llevábamos bien, tenia cierto rechazo por lo que había pasado contigo. Hasta que un día me lo confesó y lo pudimos hablar y ahora somos besties, que hasta me invita a sus cumpleaños.

-Ah vale, entonces guay. Le hecho de menos, al principio se venía  a Barcelona para currar conmigo pero ahora que estoy más de letrista y compo pues igual no le veo hace mucho.

-Cariño Chechu te ama, que sabe de nuestra situación y me ha pedido que a la próxima sesión te lleve y todo.

-Bua ¿De verdad ? Que guay. Me encantaría verte en acción en el estudio. -DIje y en eso Violeta termino de acomodar las cosas en el suelo para que luego nos tumbemos.

En cuanto nos tumbamos Violeta me acerco aún más a ella y miro hacia el cielo mientras dejaba caricias en mi brazo.

- Me mola mucho aquí porque el cielo se ve despejado y puedo ver las estrellas, cuando me sentía perdida por la noche venía aquí y miraba el cielo esperando que algo pasase

- ¿Algo como que?

-No lo sé, supongo que creia que mágicamente sucedería algo que me indicaría como seguir.  También escribía mucho. Recuerdo un día que vine luego de una sesión malísima en el estudio y en cuanto llegue aquí me puse la pulsera, mire el cielo y en cuestión de minutos ya estaba escribiendo sin parar. Es que de allí salió la canción más bonita que he compuesto hasta ahora.

- ¿Tienes aún la pulsera? Creí que la habías tirado.

- ¿Pero como la voy a tirar Kiki? Siempre la llevo en el coche. Es la forma de tenerla cerca pero sin que esté visible, nunca la he dejado de tener cerca.

- Yo la tengo guardada en el cofresito de mis joyas junto con el anillo.

-¿Tienes el anillo? - Me pregunto sorprendida mirándome.

-Claro ¿Cómo no iba a tenerlo? No lo he vuelto a usar pero está allí.

-Yo que se, igual me odiabas.

-Pues no tonta - Dije y dejé besos por su cara - nunca podría odiarte y eso es lo que más rabia me da.

- ¿Odias no odiarme? - Pregunto confusa

-Es que está fatal lo que voy a decir pero es que estoy segura de que aunque me hicieras daño en plan muchísimo yo no sería capaz de odiarte, pero a la vez es porque tú nunca harías algo realmente malo como para que te odiase.

-Intentare no hacerte daño nunca más para que así no tengas que odiarme.

- Eres tan bonita Vio

-Y tu mi amor -Dijo un beso en mis labios y luego sonrió - ¿Estás cansadica o solo me lo parece?

-Lo estoy, pero me gusta estar aquí contigo.

-Venga vamos, que se ha levantado un poco de viento y así descansamos bien.

Comenzamos a recoger todo y en cuanto terminamos nos montamos al coche para volver al piso de Violeta.

Se había quedado una buena noche, nos lo habíamos pasado bien sin necesidad de grandes cosas.

Supongo que ambas al fin creíamos que todo iba a tomar forma, no voy a decir que finalmente lo habíamos logrado porque para ese entonces aún todo era inestable. Pero si algo teníamos claro era que ya no había lugar para dudas y que a partir de esa noche tomariamos el vínculo con la responsabilidad y compromiso que ameritaba.

/sigo sin actualizar como debería y pido perdón pero también sigo sin poder escribir lloro

gracias por leer❤️

Odio que no te odio - KIVIWhere stories live. Discover now