Prólogo

1.7K 113 38
                                    


Los días eran lúgubres pero las noches solían ser aún más sombrías.
El infierno no era un lugar muy acogedor para vivir,pero al ser desterrado y que ahora ese infierno fuera su reino tenía que hacerlo su hogar o al menos intentarlo.

Por suerte no estaba solo, su amada Lilith estaba junto a el, aunque sentía que al pasar de los años su relación no estaba del todo bien.
Últimamente ella se iba dejando el castillo completamente solo y a veces sentía que le hacía falta compañía.

En una de esas solitarias noches, decidió salir a dar un paseo, tal vez el infierno era horrible pero tenía lugares agradables a los cuales ir y despejarte. Bares les llaman.

Intentó disimular su apariencia lo más que pudo para poder caminar más tranquilo por la espesa noche, no lo decía mucho pero le era agradable que ningún demonio lo reconociera, no salía a menudo y eso le permitía pasar desapercibido.

Llegó a su bar favorito uno pequeño ubicado cerca del barrio caníbal, aunque fueran demonios que se comían entre sí a veces, eran una comunidad bastante linda y eso le gustaba.

- Cantinero un trago de whisky, por favor.

Dijo tomando asiento en uno de los banquillos frente a la barra.

- ¡Hey! Ya no te había visto por aquí rubiecito. ¿Todo bien?

Le respondió sirviéndole su trago.

Aquel cantinero no le conocía de nada ni siquiera sabía su nombre,pero a veces le platicaba sus problemas para desahogarse un poco. Sin decirle quien era claro.

-La verdad es que no, siento que mi relación no va bien. Últimamente creo que me está evitando.

Tomó el caballito y acaricio un costado de forma pensativa.

-No sé que hacer, creo que ya no me ama.

El cantinero agachó un poco la mirada para ver debajo de su sombrero llamando la atención del rubio.

-No digas mamadas rubiecito, eres demasiado guapo como para que una mujer no te quiera.

Se rió entre dientes

-Yo creo que les hace falta pasión. ¿Cada cuánto te la coges?

Preguntó animado provocando un sonrojo en Lucifer.

-No sé si quiero responder eso...

El cantinero rió, de manera un tanto estruendosa.

-Estoy bromeando payasito.

- Pero en serio, necesitan algo que los mantenga más unidos. ¿Han pensado en tener hijos?

Era bien sabido que los demonios pecadores no podían procrear pero aquel hombre pensaba que Lucifer era un demonio nacido en el infierno ya que su apariencia era muy diferente a la de un pecador.

Lucifer bebió de golpe su whisky y alzó su caballito para que se lo rellenara.

-No todavía. Bueno llevamos mucho tiempo juntos pero no sé si sea la hora.

El cantinero le sirvió de nuevo para después decir:

- Claro!! Cuando estaba vivo tuve muchos hijos y mi esposa era la mujer más feliz de todas.
Por su puesto que después la maté a ella y a todos nuestros hijos pero no es importante.

Lucifer bebió hasta el fondo su trago otra vez.

-Sabes creo que tienes razón, tal vez un bebé pueda unirnos más que nunca.

-¿QUÉ MIERDA?!!! ¿ OTRA VEZ??

Unos gritos interrumpieron su plática, venían del fondo del bar, unos tipos de la mafia jugando cartas que se veían muy enojados con un demonio evidentemente pecador.

A Tú Merced- AlastorXLuciferWhere stories live. Discover now