Juwoon, testigo de la escena, se levantó bruscamente de su asiento, generando un ruido repentino que atrajo la atención de todos en el aula.

— No te preocupes, fue un accidente ¿no? — se agachó para recoger la sandalia. — Creo que esto te pertenece.

El chico asintió y extendió la mano para tomar la sandalia, sin anticipar que esta volvería a impactar en su cara. La sorpresa se reflejó en algunos rostros presentes en el salón, ya que Juwoon era conocido por evitar conflictos.

— ¡Oh! ¡Perdón! Fue un accidente — Juwoon fingió disculparse con una sonrisa traviesa. — Ten más cuidado para la próxima... imbécil. 

La tensión en el aula se incrementó, mientras algunos estudiantes observaban la escena con asombro y otros con risas contenidas, sorprendidos por la inusual reacción de Juwoon.
El pelinegro, visiblemente enfadado, se levantó de su asiento y se dirigió con determinación hacia Juwoon. Sin embargo, la expresión imperturbable de Juwoon dejaba claro que no se dejaría intimidar.

— Fue un accidente — Yeongbin se colocó frente a Juwoon, buscando respuestas. — ¿De qué hay que tener cuidado?
Juwoon, manteniendo una calma medida, respondió con confianza: — Sé que fue un accidente. Así que procura tener más cuidado para no causar otro — replicó con una sonrisa forzada antes de girarse y regresar a su asiento. Pero la tensión en el ambiente persistía.
Una voz rasgó nuevamente el silencio: — Oye, ¿sabes algo? — el pelinegro habló de nuevo. — La gente te odia. No importa lo que digas, suenas molesto. ¿Qué opinas?
Juwoon se volvió para encarar al chico, sin mostrar rastro de temor en su mirada. — ¿Ah, sí? Bueno, a diferencia de ti, no vivo de las opiniones de la gente sobre mí — una sonrisa irónica se dibujó en el rostro del castaño, provocando murmullos entre los presentes.
— Maldito imbécil, ¿quieres morir, verdad?
— ¿Estás aburrido? — intervino Sieun finalmente, tratando de calmar la situación y evitar que su hermano se viera envuelto en un conflicto más serio con Yeongbin.
— ¿Qué? — el pelinegro se giró para mirar a Sieun.
— ¿Por qué no dejas de perder el tiempo y te pones a estudiar inglés? — preguntó el azabache, absorto en sus apuntes y sin levantar la mirada. La tensión en la clase era evidente.
— ¿Quieres morir?

Antes de que la conversación pudiera escalar más, un sonido repentino de la puerta al abrirse captó la atención de todos en el aula. Era el equipo de béisbol, algunos portaban bates, intensificando la tensión en el ambiente y anticipando un posible enfrentamiento.

La tensión en la habitación aumentó cuando uno de los jóvenes, presumiblemente el líder del grupo, preguntó con brusquedad: — ¿Quién es Ahn Sooho?

Las miradas convergieron en el chico que descansaba adormilado en su asiento.

— Sooho. Ahn Sooho — el compañero a su lado lo sacudió levemente para despertarlo.
— ¿Qué? ¿Ya es hora de comer? — murmuró Sooho somnoliento, restregándose los ojos.
— ¿Eres Ahn Sooho? — insistió el mismo chico. — ¿Coqueteaste con Na Eun?
— ¿Na Eun? — preguntó confundido. — ¿Lee Na Eun? ¿Park Na Eun? — dejando en claro que ni siquiera estaba al tanto de la chica a la que se referían.
— ¡Es Son Na Eun, idiota! — espetó molesto el joven.
— Oh, ella — Sooho se acomodó mejor en su asiento. — No paraba de enviarme mensajes, así que una vez almorcé con ella. No estoy interesado en ella, no es mi tipo — Sooho dirigió su mirada al chico que lo despertó. — Oye, ¿cuál es el menú del almuerzo de hoy?
— Cerdo salteado.
— Oh, eso suena genial. Me gusta la proteína.

La conversación se vio abruptamente interrumpida cuando uno de los jóvenes, portando un bate, se acercó a Sooho con la evidente intención de golpearlo. Sin embargo, el pelinegro demostró una sorprendente agilidad, esquivando el ataque con destreza y elevando la tensión en el ambiente.

I WANNA BE YOURS || ahn soohoWhere stories live. Discover now