Capítulo 1

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Experimenta.

m. pl. Lat. Conjunto de pruebas o ensayos realizados para comprobar hipótesis o aumentar el conocimiento en determinadas áreas, especialmente en la ciencia.Capítulo 1

—Mamá, por favor. Quedamos en que me iría hoy. Lo sabes hace meses. No me lo hagas más difícil.

Sujeto la maleta y mi bolsa de deporte, además de la mochila. No me llevo toda mi vida en ellas, pero casi. Mi madre se limpia la cara de lágrimas.

—Pensé que no lo decías en serio.

—¿Y cuando compré los billetes de autobús tampoco? ¿O cuando te dije que me habían contratado? Ay, mamá. Deberías venirte tú también.

—No puedo dejar a tu tía y a tu abuela aquí, ya sabes...

—Sí, ya sé. Te llamaré cuando llegue y te envío fotos del apartamento, de mi trabajo... de todo.

—Hija, yo.... Lo siento.

—Son cosas que pasan.

Le doy un beso y camino hacia la estación de autobuses que queda relativamente cerca. Miro al cielo y maldigo las circunstancias. Una estrella fugaz pasa por el firmamento, haciéndome recordar mi niñez, mi dura adolescencia.

Sin volver la vista o no me iría nunca, camino con paso firme hacia mi nueva vida. Estoy cansado de las burlas, de los insultos y ¡joder! Soy una persona formada, con un futuro posible y sin vivir en un pueblo de mierda en el que el apodo de mi familia se resume en «putas y locas».

Subo al autobús ante las miradas de algunos conocidos. La taquillera, una chica de su colegio, suelta una risita. Burlones, asombrados, molestos... hay muchas opiniones sombre mi familia. Es un pueblo pequeño aunque estemos solo a tres horas de Chicago. Ya me dan igual todos.

Me pongo mis auriculares y miro por la ventanilla. Poco me importa la gente, pero me da pena haber dejado a la familia. Entiendo que mi madre no las quiera dejar, ambas están muy... trastornadas.

Cada milla que me alejo, mi alivio sube. No tenía que haber vuelto, pensé que, tras ir a la universidad, sacar una carrera de química con buenas notas y hacer las prácticas en una gran farmacéutica, me habría ganado el respeto. Pero ante la ignorancia y que, la verdad, mi tía y mi abuela siguen insistiendo en lo suyo, poco pude hacer.

Me miro en el cristal del autobús y arreglo mi coleta. Me gusta llevarla bien peinada y dar ese aspecto serio y cuidado. Limpio las gafas con el pañito, pronto llegamos a la ciudad. Tal vez pueda ahorrar para comprarme unas lentillas, porque tengo más de seis dioptrías en cada ojo. Resulta incómodo no ver mucho sin ellas.

En el fondo, he tenido suerte. No hacía mucho tiempo que acabé mis prácticas, aunque no me pude quedar allí, pero me dieron buenas referencias y tras enviar más de quince currículos de mi especialidad, la genómica funcional, para entender la relación entre genes y proteínas aunque también disfruté de un máster en ingeniería genética, y fui capaz de crear un prototipo OGM, organismo genéticamente modificado de una subespecie del maíz. Sí, me gusta mucho el tema y aunque mi nuevo trabajo es en un laboratorio pequeño a las afueras de Chicago, me han ofrecido un apartamento compartido a cambio de que el sueldo no es demasiado grande.

Para mí es una oportunidad, un trabajo que amo, una nueva vida, un nuevo comienzo lejos de rumores y estúpidos. Echaré mucho de menos a mi madre, aunque también a mi tía y a mi abuela. Cuando están... lúcidas, son encantadoras.

Cierro los ojos, para concentrarme en la música y pronto llegamos. Estoy bastante lejos del lugar donde voy a vivir, pero he estudiado cómo llegar. Bajo en la estación y miro alrededor. La parada del autobús está cerca. Con el tiempo, tal vez pueda conseguir un coche aunque sea de segunda mano. Envío un mensaje a mi madre para decirle que ya estoy allí y camino hacia el autobús. Cuando llego al lugar, parece un barrio dormitorio, no hay mucha gente por ahí. Menos mal que es de día, aunque amenaza con una buena tormenta de verano por lo visto, gruesos nubarrones negros cubren la ciudad a la vista.

EXPERIMENTAWhere stories live. Discover now