- ¿Llamo señorita? - pregunto al llegar, detrás de el se acercaba Cedric se encontraba curioso pues muy pocas veces Levent era llamado durante las visitas, siempre se quedaban juntos hasta la hora de salir

- ¡Si! prepara esos ojos tristes tuyos hoy tenemos trabajo que hacer - la sonrisa malvada de Nuray fue suficiente para que todas las alarmas sonarán en la cabeza del joven su mirada se volvió completamente desconfiada, cada vez que la pelirroja tenía esa expresión significaba problemas y tenía muy pocas ganas de limpiar desastres, en especial cuando ese tiempo lo podía ocupar con su recién descubierta pareja

- ¿Qué trabajo? - la cautela era clara en su voz

- El trabajo de convencer al Gran sabio y Tom - respondió mientras movía su mano en un gesto un poco perezoso como si quisiera dar a entender que el asunto no tenía tanta importancia

- ¿Convencer de que Nuray? - intervino Cedric al ver qué las palabras de la pelirroja solo hicieron que la cautela y sospecha de Levent creciera

- ¡Oh no es nada! - se encogió de hombros - solo convencer al Gran sabio y Tom del paseo que tú, Levent, Ayham, Tom, Ymir y yo daremos en unos días -

- ¡¿Qué?! - se sorprendió Levent - ¡¿Quieres que yo convenza a esos dos?! - de inmediato negó con la cabeza el Lord oscuro tenía un temperamento terrible solo hacía falta ir a una de sus reuniones con los mortífagos para ver cuan mecha corta era, y no quería pensar en el Gran sabio esa era otra mina que no quería pisar

- No estoy diciendo que tú los vas a convencer - soltó la mano de Ayham para levantarse y luego de acercarse al joven a poner sus manos sobre los hombros del otro - solo dije que preparas esos hermosos y tristes ojos -

- ¡No! - de inmediato se soltó de esas manos para ir detrás del otro castaño, acción que lleno de ternura y diversión a Ayham no podía creer cuánto se habían acercado esos dos

- Creo que debes dejarlo tranquilo Nuray - hablo con voz suave Cedric tratando de cubrir lo más que pudo a Levent, a pesar de que se encontraba tratando de aguantar la risa

- ¡Pero si no va a hacer nada! - trato de agarrar a Levent - ¡la que hablara soy yo, el solo tiene que poner esa mirada en acción! - 

- ¡Déjalo Nuray! - dijo Ayham entre risas que ya no pudo contener

- ¡Está bien! ¡Pero solo por el momento! - amenazo al castaño quien aprovecho para salir corriendo llevando a Cedric con el

Suspiro mientras veía el Callejón Diagon aún no entendía como fue posible que lo hubieran convencido para dar "el pequeño paseo" como lo habían llamado Nuray y Ayham, solo recordaba haber llegado de un largo día de reuniones en el ministerio y con los mortífagos, lo siguiente que supo fue que las suaves palabras de Nuray, unas lágrimas de su niño y la mirada más triste que había visto en su vida lo habían convencido, no fue si no hasta que escucho la carcajada del Gran sabio que se dio cuenta, el trio del mal lo había manipulado a el, El Señor Oscuro, uno de los magos más fuertes manipulado por las tres bellezas, casi se sintió decepcionado de si, pero luego recuerdo que uno de los tres manipuladores maestros era el amor de su vida y cierto orgullo se apoderó de su corazón, volvió a suspirar estaba tan enamorado de su niño, su Ayham quien se encontraba colgando de su brazo casi saltando de la emoción hablando de su itinerario con Nuray, porque si el Trio del mal hizo un itinerario de su paseo en el cual primero realizarían compras en el callejón Diagon y luego irían a un parque muggle que según Ayham era hermoso y romántico, no quería saber cómo es que el menor lo sabía a veces era bueno dejar que tuviera sus pequeños secretos

- ¡Tom debemos pasar a la librería! - señalo el lugar mientras caminaba - ¡Tal vez haya libros sobre el cuidado de bebés y esas cosas! - sin poder negarle nada a su amor el mayor solo asintió y momentos después era jalado, escucho una pequeña risa proveniente de Nuray quien iba tomada de la mano de Ymir y detrás de ella en su propio mundo venían Cedric y Levent

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