Capítulo n°40: "Efecto solar".

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A la chica de fuego le dolía cada costilla como si estuviera años sin moverse. Es el efecto producente de los Terranautaros si te encuentras demasiado cerca de ellos.

--¿Dónde estamos? – quiso saber haciendo un impulso para sentarse. – Pluto ¿porque no está contigo?

--Digamos que se fue a dar baño. – un deje de sonrisa se forma en sus labios, pero vuelve a darle atención a su comida. – Ahhhh... estamos en Estrella Amarilla.

Frunció el ceño dándose cuenta de su referencia de Miurse, aunque su voz era pacífica y humor irónico no la dejaban convencida de nada. Algo paso en ese instante en que pasaron por el túnel para darle cuerda al traslador.

Para ella Pluto no se iría solo sin constatar su seguridad. ¿Qué podía haberle sucedido en ese intervalo de tiempo?

Al levantarse un leve mareo azoto su cabeza. Las punzadas son martillazos haciéndola caer de nuevo en el mismo sitio. Trata de respirar y no inquietarse, pero ya tiene demasiadas sospechas de que es una trampa.

--¿Qué me ocurre? – abre y cierra sus ojos con parsimonia confundida con la realidad.

--Mamá ¿eres tú? – investiga a una figura difusa acercándose.

--Ven cariño te llevare a un fascinante mundo y dejaras de correr detrás de los enemigos. – emitió esa voz tendiendo su mano con destello de sol.

--Rojo no caigas en la trampa. – reconoció esa voz, sin embargo, no podía responder por estar encandilada con el recuerdo.

--Rojo, escúchanos. – grito otra voz.

--Mamá llévame contigo. – una electricidad oscura recorrió su cuerpo causándole daño en todo su sistema. – ¡Mamá no te vayas! – murmuro en un hilo de voz.

Sentía agujas clavársele en las venas, hiperventilaba y sujetaba con temor su garganta como si algo invisible buscara acabar con su vida. Quería gritar, pero sus cuerdas vocales son dañadas por ese impedimento haciendo presión alrededor de su cuello.

Pluto y Miurse hacían lo posible por romper las cuerdas para salvarla, pero la pelea era en vano. Pronto su compañera dejo de luchar para sumirse en un profundo sueño de inconciencia también para dar con el paradero de su madre.

Una tropa de soldados se detuvo cuando ellos lograron llamar su atención desesperadamente. Temiendo por la vida de Rojo se precipitaron a socorrerla.

--Fue el efecto solar. – dijo un soldado de casco de franjas amarillas y blancas.

--¡¿Qué?! – exclamo Pluto tratando de ayudar a su amiga. – Por suerte respira.

--No se despertará hasta dentro de tres días. – volvió a intervenir el mismo soldado – Miurse tú conoces el hechizo protector del planeta ¿Por qué no se lo advertiste?

Miurse repasaba sus acciones y al salir del planeta Serpentari, ante la presión nunca consultaron la próxima dirección de su misión.

--Es verdad, pero nos obligaron a salir por una amenaza... - pensaba detenidamente. – Los Terranautas nos perseguían...

--Seguramente iban por sus cabezas. El rey Criptón tiene de su lado a todas las bestias con un solo chasquido de dedos. Deben cuidarse.

--Alguien nos hechizo para caer en la trampa y casi logran su objetivo.

Miurse cargo a la chica en brazos, Pluto subió en uno de los caballos emprendiendo el camino terroso a la ciudad Polvo de Estrellas Cristales, allí el castillo Pink es el hogar de la reina Andromena. Los soldados del Sol cabalgan junto a los invitados imprevisto.

RojoWhere stories live. Discover now