CAPÍTULO CATORCE

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Llego a su puerta y toco el timbre.

- ¡Abro yo! - esuccho gritar a Paula, su hermana.

En cuanto ella abre, una sonrisa aparece en su cara.

- ¡Ale! - grita, y se lanza a mis brazos, la atrapo volando para evitar que se caiga. Sonrío, que niña más mona.

Parece que el grito de Paula ha llamada la atención de Lucía, quien se asoma por el pasillo.

- ¿Alejandra? - pregunta, asomándose, y una sonrisa aparece en cuanto ve que sí que soy yo. Dejo a su hermana en el suelo cuando veo que Lucía corre hacia mí para darme un abrazo. La atrapo a ella también y aprovecho para dejar un beso en su mejilla - ¿Que haces aquí? - pregunta cuando se separa, y yo sonrío.

- Venir a pedirte un favor, y a verte, reina - le digo yo, entrando a la casa y cerrando la puerta detrás de mi. Lucía me coge la mano y me arrastra por todo el pasillo hacia su habitación.

- Dime - dice ella, y se sienta en su escritorio, mirándome fijamente, cosa que me pone nerviosa.

- Bueno... ya que nos conocíamos y tal, te queria pedir si me acompañabas a un sitio, que bueno, a lo mejor no quieres...y te asustas o algo o te espantas o cosas de esas... pero me haría mucha ilu porque hace tiempo que quería pedírtelo, pero tenia miedo de tu reacción... - empiezo a decir de carrerilla, nerviosa.

Lucía me coge la mano, acariciándomela, y yo me relajo.

- Te acompaño a donde sea, amor - me dice, y yo me quedo paralizada por el "amor". Sonrío como una tonta y ella se ríe de mi - ¿Donde?

- A ver a mi padre - le digo yo, soltando la bomba. Noto como se me queda mirando.

- ¿Y si no le caigo bien? - pregunta ella, riendo, y yo me acerco más a ella.

- ¿Quieres acompañarme? - le pregunto y ella asiente.

- Tendré que conocer a mi suegro, nunca hablas de él, ¿debo tener miedo? - me pregunta, y yo río y niego con la cabeza.

- Prometeme que no te asustaras y no saldrás corriendo ni nada - le digo.

- Te lo juro - dice ella, riendo.

Siento una ola de alivio al ver que ella ha aceptado. Me dejo guiar por mis impulsos, y me acerco hasta ella para dejar un beso en sus labios.

Ella se queda tiesa al principio, pero después me sigue el beso y noto como sonríe.

Sus manos se posan en mi cintura y las mías en su nuca, enredando mis manos entre su pelo.

Nos separamos, jugando nuestras fretes y sonriendo.

La amo.

- ¿Tu brazo está mejor? - pregunta, hace ya una semana que tuve el golpe, pero gracias a Dios ya no tengo que llevar la férula, aunque aún no puedo jugar.

- Me queda una semana y ya estoy como nueva - le digo, y ella sonríe antes de darme un pico.

- Preciosa - le digo yo, y ella se colora.

- ¿Vamos? - me pregunta, y yo asiento.

La espero y salimos juntas de su cassa. Caminamos al lado hasta el metro, y nos pasamos todo el trayecto hablando.

Una vez hemos llegado a la parada, la cojo de la mano y la arrastro en contra de toda la gente. Salimos a la calle y sigo sin soltarle la mano, aunque ahora vayamos normal. Noto varias miradas puestas entre nosotras, pero me da igual.

- ¿Al hospital? - suelta Lucía en cuanto ve a donde nos dirigimos. Giro la cara hacia ella y la freno para que pare de caminar.

- Si no quieres entrar estas a tiempo de irte, Lu - le digo yo, preocupada.

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⏰ Ostatnio Aktualizowane: Jan 27 ⏰

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