- No entiendo que manía os acaba de dar con Lucía, lo juro - digo yo, y vuelvo la mirada para delante.

- Pues que es muy guapa - dice Daniela - a lo mejor le digo de quedar, ¿tu crees que le van las rubias? - dice, y yo giro la cabeza para fulminarla con la mirada, ella ríe al ver que ha conseguido su propósito, y ya para.

¿Celosa, yo?

- Vamos a ver que me aclare, ¿cómo queréis los trajes? - dice Álvaro.

- Yo quiero vestido - dice Daniela - ya lo tengo mirado, es de Zara.

- Yo también voy a Zara - digo yo.

- Vale, pues a Zara - asiente mi hermano.

- Oye, Ale - me llama Dani. Yo asiento con la cabeza, dandole pie a que pregunte - ¿No me dijiste que ibas a hacer una sorpresa? - pregunta, y yo sonrío, recordándolo.

- Uy, sí - digo yo - Mientras tu eliges tu vestido con mi hermano, yo iré a eso, y volveré para que la veáis, antes de que tu pagues tu vestido, tengo que darte opinión, guapa - le digo.

- ¿Pero no vas a decir que es? - pregunta.

- No - digo yo sonriendo, y Dani da el tema por finalizado.

Mientras suena Taylor Swift en el coche, todos vamos en silencio durante el trayecto, que dura apenas diez minutos hacia el Zara más cercano, al que le he pedido ir a mi hermano. Es un centro comercial, así que mi hermano aparca en el parking, y todos bajamos del coche.

- Ya verás que mañanita me toca... - escucho murmurar a mi hermano en cuanto ve que Dani y yo nos cogemos de los brazos, como dos maris.

Caminamos por el centro Dani y yo juntas, y mi hermano por detrás con el móvil.

Comentamos cada cosa que vemos hasta que llegamos al Zara.

- Vamos a ponerte guapa, Ale - dice Daniela, sonriendo - ¿Traje, no? - pregunta, y yo asiento - Bien, vamos a esa zona - dice, y me coge de la mano mientras me guía por todo el Zara hasta la sección de mujeres. Mi hermano sigue siguiéndonos por detrás, mientras nos ve, sonriendo.

Paramos justo en la sección de Blazers y pantalones de pinzas.

- Bien, lo quiero azul cielo - digo yo, mientras rebusco entre las Blazers hasta dar con mi color. Daniela me sigue y enseguida estamos las dos buscando mi color y mi talla.

- ¿S? - pregunta Dani, haciendo referencia a la talla.

- Supongo que esa me vendrá bien - asiento yo, y noto un toque en la espalda.

- Aquí la tenéis, fieras - dice mi hermano, y me tiende la blazer que yo quería. Es fina, pero abriga, suelta, pero no demasiado, con el corte de atrás perfecto y unos bolsillos falsos que dan el pego.

- Perfecta - digo yo, mirándola, y Dani apoya su mentón en mi hombro.

- Vas a estar guapísima - dice, y yo asiento - ¿Los pantalones?

- ¿Del mismo color y rectos? - digo yo, y ella asiente. Volvemos a ponernos juntas a buscar, y esta vez tenemos que ir hacia la sección de pantalones, donde al cabo de pocos minutos, encuentro el indicado.

- ¿Así de simple? - pregunta Dani, y yo la miro mal.

- Simple tu padre - le contesto, y ella ríe.

De camino al probador, cojo un top de cuello alto y manga larga ceñido al cuerpo blanco.

Entro al probador y me visto rápidamente. Miro al espejo mi figura, y me sorprendo de lo guapa que voy.

Giro sobre mí para verme de espaldas, y, como buena chica que soy, me hago una sesión de fotos antes de salir. Me suelto el pelo, y dejo que las capas qcaigan libremente.

un encuentro inesperadoWhere stories live. Discover now