♡ : CAPÍTULO II

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Seokjin sonrió antes de bajar los escalones y unirse a la conversación que tenían Namjoon y Jimin. El tema principal era la gira mundial de la agrupación, tendrían un par de meses viajando a diversas ciudades para llevar a cabo varios conciertos y promocionar el nuevo álbum lanzado. Esperaron unos minutos hasta que el castaño decidió bajar y saludar a Jimin.

—Hyung. —sonrió antes de abrazar al de cabello rojo. — me alegra verlo nuevamente.

—Has crecido estos meses, ¿o me parece? —le dio unos golpecitos en la espalda antes de sonreírle. — mi sobrino favorito es todo un alfa. No puedo estar más orgulloso de ti.

—Ya, hyung. — respondió avergonzado. — necesito más clases de piano. Sólo aprendí dos canciones y ya me aburrí de tocarlas todo el tiempo.

—Puedo enseñarte después de terminar la gira, ¿te parece?

—¿Gira? —preguntó. — ¿Harán otra gira?

—Es cierto, no te habíamos dicho sobre ello. —comentó el omega. — tendrán otra gira en un par de meses. Por eso, hicimos la pequeña cena con los Yang, necesitan platicar sobre los detalles.

Hyunjin asintió comprendiendo la razón detrás de la ansiedad de su padre alfa. Normalmente resultaba ser muy tranquilo, pero ahora se le veía preocupado y ahora sabía que era a causa de aquella gira. Compadeció un poco al mayor, pues era el líder y tenía que hablar en diferentes idiomas en cada concierto, pues era el único que dominaba bien el inglés.

El timbre sonó unos minutos después y el cuerpo de Hyunjin se tensó al sentir un olor de vainilla desde la puerta. Era el que sobresalía de entre todos y se golpeó mentalmente por disfrutar de aquel aroma. Se suponía que debía alejar a Yang, no empalagarse con su olor.

—Sean bienvenidos. —escuchó a su padre omega recibirlos en la entrada y no dudó en cambiarse al sofá unipersonal para evitar compartir asiento con el omega. — Espero que les agrade la cena que preparé.

—Eres unos de los mejores cocineros, Seokjin. —escuchó la voz del padre omega de Jeongin. — la cena debe estar exquisita como siempre.

La familia Yang se adentró en el salón junto a Seokjin. El castaño observó de reojo al omega, quién sonreía en su dirección. Se veía extremadamente sexy, no podía negarlo. Su camisa se hallaba abierta en los primeros botones, dejando ver parte de sus clavículas y aquel apetitoso cuello que lo llamaba a morder y saborear con la lengua. Sus pantalones de cuero amoldaban muy bien sus piernas y su trasero, se preguntó cómo se sentiría pasar la yema de sus dedos por aquella zona, pero rápidamente apartó los pensamientos de su cabeza. No podía pensar en el omega de esa forma.

Observó a su padre alfa levantarse para saludarlos, por lo que hizo lo mismo. Saludó a cada uno hasta que llegó al omega, quién sólo agitó sus pestañas inocentemente y se acercó al cuerpo del alfa.

—¿Feliz por verme, Hyunjin? —susurró para que solo el castaño pudiera escucharle.

—Estuviera feliz si no hubieses asistido a la reunión. —respondió de mala gana.

El alfa se separó de inmediato, caminando hasta donde se encontraban sus padres. La cena fue demasiado tranquila, los mayores platicaban sobre los futuros proyectos, los omegas se ponían al día sobre lo último que había ocurrido en sus hogares, el hermano de Jeongin hablaba sobre las ciudades que tendrían que visitar en la gira y Jeongin sólo se dedicaba a sonreír y coquetear con Hyunjin, quien había estado incómodo toda la cena, sintiendo como el peliazul trataba de seducirlo bajo la mesa

—Podríamos almorzar juntos en lo que nuestros alfas se mantienen de viaje. —sugirió el rubio. — así podríamos hacernos compañía y saber sobre lo que están haciendo.

—Suena bien. —concordó Seokjin. — nos turnaremos con los almuerzos. No quiero agobiarte con esto.

—No te preocupes por nada. —mostró una sonrisa. — ya que nuestros hijos van a la misma universidad, pueden caminar a casa juntos. Innie siempre era acompañado por su mejor amigo, pero él ya está a punto de graduarse y estará muy ocupado. No quiero dejarlo solo por las calles, tal vez, al lado de un alfa, puede sentirse más seguro de camino a casa.

Hyunjin casi se atraganta con lo que había dicho. Oh no, si su padre aceptaba, sería su fin. Observó al peliazul, quién de mantenía sorprendido por igual, conectó miradas con el alfa y no dudó en sonreír satisfecho.

—Me parece una buena idea. —Seokjin sonrió entusiasmado. — mi hijo estará encantado con hacerle compañía a tu hijo.

Ambos omegas siguieron conversando sin darle importancia al asunto. Mientras tanto, Hyunjin rogaba por un milagro para evitar tener que pasar tiempo con el peliazul. Por otro lado, Jeongin sonrió triunfante, le recompensaría a su padre por haber sugerido aquello, sin saber que era justo lo que deseaba en ese momento.

I want it, I got it ❁ HyunInWhere stories live. Discover now