Capitulo dos: Incendio forestal

6 1 2
                                    


Al abrir los ojos, Norberto se encontró una vez más en el luminoso y fantástico mundo de sus sueños. El sol se filtraba a través de las frondosas copas de los árboles, creando un mosaico de luz y sombra en el suelo. Miró hacia abajo y sonrió al ver sus patas de Riolu, recordando que estaba en un lugar donde la realidad se mezclaba con la fantasía.

Mientras se adaptaba a su forma, notó a un pequeño pájaro, un Natu, observándolo desde una rama cercana.

—Hola, pequeño —saludó, acercándose con curiosidad.

lo miró atónita, sus ojos parecían inusuales en expresividad. —Hola —respondió con una voz semejante a la humana. —¿Eres un Riolu real?

Norberto se detuvo, sorprendido por la respuesta. —Bueno, en realidad soy humano. Esto es solo en mis sueños. ¿Y tú?

Hubo un momento de silencio antes de que el Natu respondiera. —Yo también soy humana. En la realidad, me llamo Natalia.

La revelación dejó a Norberto sorprendido. —¿En serio? Me llamo Norberto. Nunca había conocido a alguien que... bueno, que experimentara lo mismo.

Natalia, aún en su forma de Natu, saltó al suelo. —Yo tampoco. Siempre pensé que era la única. Esto es increíble.

Ambos se miraron, compartiendo un momento de asombro y comprensión. Era la primera vez que Norberto encontraba a otro humano que compartía su experiencia única de convertirse en Pokémon en sus sueños.

—¿Cómo es ser un Natu? —preguntó Norberto, su curiosidad despertada.

—Es fascinante —respondió Natalia. —Tengo una perspectiva diferente del mundo desde aquí abajo. Y tú, ¿qué se siente al ser un Riolu?

—Es una sensación de libertad y fuerza que no tengo en mi vida normal —explicó Norberto, moviendo sus patas de Riolu. —Y este mundo... es como vivir en una aventura constante.

—Exactamente —dijo Natalia con una sonrisa. —Es una escapada de la realidad. ¿Qué te parece si exploramos juntos? Podríamos compartir nuestras experiencias humanas y Pokémon.

—Me encantaría —respondió Norberto, emocionado por la idea.

Enseguida Norberto y Natalia, en sus formas de Riolu y Natu respectivamente, comenzaban a explorar juntos, una figura se acercó a ellos. Era una Numel de color negro inusual, que se movía con una tranquilidad y gracia que contrastaba con su apariencia robusta.

—Oh, espera, Norberto —dijo Natalia, deteniéndose. —Quiero que conozcas a alguien especial. Ella es Obsidiana, pero le decimos Diana de cariño.

La Numel, ahora conocida como Diana, los miró con ojos amables y emitió un sonido suave y acogedor. —Hola, soy Diana. ¿Y quién eres tú?

El tipo lucha, sorprendido por la nueva presencia, sonrió. —Es un placer conocerte, Diana.

—Diana ha sido una gran amiga para mí, ella me salvo de un grupo de Magmortar agresivos en mi primer día siendo una Natu —explicó Natalia. —Aunque no es humana como nosotros, tiene una comprensión increíble de este mundo.

—Igualmente, Norberto —respondió Obsidiana con una voz calmada. —Este mundo puede ser un lugar solitario para aquellos que son diferentes. Me alegra que hayan encontrado compañía el uno en el otro.

Natalia asintió. —Diana conoce todos los secretos y lugares maravillosos aquí. Nos ha ayudado mucho a entender este mundo.

—¿Nos podrías mostrar algunos de esos lugares, Diana? —preguntó Norberto, emocionado por la idea.

Otro soso LucarioWhere stories live. Discover now