Capítulo 2 🐺

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Sigo ese hilo del que tomar, mientras el lobo me persigue. Es como si estuviera observando cada uno de mis movimientos, cómo si estuviera esperando o si tuviera curiosidad, y después atacarme. A lo mejor me ha entendido, ¿no? Eso explicaría por qué no me ataca.

Salgo del espeso bosque después de un rato, tengo la garganta seca y el lobo ha desparecido de mi vista, tal vez esté por ahí escondido observándome.

Los rayos de sol que están apareciendo detrás de la cordillera, me ayudará para ubicarme mejor. Así que sigo andando, aunque ya no sienta las fuerzas. El tiempo pasa, nada parece cambiar u este lugar está desolado como mi corazón.

Entonces aparece en mi vista algo que me deja sin palabras.

Un niño sonriente admirando tulipanes morados mientras tiene una cesta llena de fresas jugosas. Detrás de él, se extiende un camino hacia un pueblo moderno con tecnología avanzada porque poseen coches a motor, y cableado eléctrico, carreteras asfaltadas...

¿Estoy viendo el cielo?

Hay todas esas cosas que oíamos en la radio sobre la nueva era de las regiones más avanzadas. En Humanity no teníamos nada de esto.

Cuando el niño se da cuenta de mi presencia, su rostro se descompone y chilla aterrado. La cesta con esas fresas sale disparada porque corre como si fuera la criatura más aterradora del planeta.

—¡Espera! —le grito.

Corro detrás de él, avanzando por la hierba de un verde intenso y los tulipanes que me hacen cosquillas en las piernas.

—¡No te voy a hacer daño, pequeño! —me falta el aliento —. ¡Necesito tu ayuda!

El niño entra en la civilización y yo voy detrás de él, corro por las calles asfaltadas, me doy cuenta que muchas personas han salido de sus casas debido a los gritos histéricos del niño y a los míos. Más la que ya están afuera, que gritan de la misma manera al verme.

—¡Es un monstruo!

—¡Qué clase de animal es este! —grita una mujer.

—¡Llamen al ejército, nos va a matar!

—¡El niñoo, va detrás del niño! ¡Qué alguien lo salve! —ahora es un hombre desde una ventana alta.

Estoy la plaza del pueblo, la gente se rodea y yo soy el foco de atención de todos. Una mujer ha atrapado al niño, se ha metido en una casa y me ha dejado con un grupo de personas con armas afiladas en sus manos. Algunos de ellos se han trasformado en lobos que lucen terroríficos.

Un tomate aterriza en mi mejilla, emito un grito de dolor. No entiendo que está pasando, solo necesito el auxilio de esta gente y me están tirando cosas. Van avanzando cerrando el círculo, ahora no son tomates lo que me tiran, sino pedruscos de roca maciza.

—¡No, no soy mala! —sollozo —. Ayude...

Una piedra se estampa contra mi nariz, caigo de rodillas para protegerme mientras esas piedras chocan con mi espalda, mis brazos, mis piernas. La sangre se desliza por mi nariz, y notó el sabor de la sangre entre mis labios.

—¡Eres un ser horrible, lárgate de nuestras tierras!

—Ayúdeme —musito —. Estoy sola, han asesinado a mi pueblo entero. Estoy escapando de unos bandidos que...

No me hacen caso. Creo que quieren matarme.

—¡Han llegado los guardias! —avisa alguien.

¿Los guardias? ¿Qué tienen que hacer los guardias aquí?

Una mano grande me levanta del sueño y me inspecciona, tengo los ojos llenos de lágrimas y la vista tan nublada, que no puedo ni apreciar los rasgos de su rostro. Es tal el jaleo que se arma, que no entiendo a nadie. Ni siquiera lo que los guardias me dicen, hay un ejército entero.

Me intento zafar del que me atrapa, pero me agarra por la cintura. Instintivamente le muerdo el cuello, los brazos y corro.

No llego muy lejos porque otro me atrapa otra vez, pataleo como una niña pequeña, y tiene que venir otro porque soy demasiado escurridiza. Me están haciendo daño en las extremidades mientras me arrastran a unas mazmorras que se encuentran debajo de la tierra del pueblo.

—¿El Alfa ya está informado? —escucho esa frase con eco, es el primer hombre que me agarró—. Desconocemos el tipo de especie que es, estamos en peligro todavía. Tres hombres estarán aquí para supervisar sus movimientos.

Me entran en una celda apestosa y oscura, me tiran dentro como un saco de papas.

—¡NO SOY UN MONSTRUO! —berreo y lloro como una niña asustada.

Me estoy mareando, pero no desisto. Grito todo lo que se me pasa por la cabeza, para hacerles entender que no soy el enemigo, y que solo he entrado en su manada para encontrar protección y me ayuden a buscar al amigo de mi padre.

—El alfa ya está en camino hacia aquí.

🐺🐺🐺

Oigan, ¿pero por qué la tratan así? Los habitantes de Las Tierras Bravas piensan que Stella es un monstruo, espero que le hagan caso ya! Y les digo una cosa, más de uno se va a arrepentir de haberle tirado piedras.

Estoy deseando que aparezca Killian para que ponga orden.

¡Alfa, ven a salvarnos!

Por ciertos, amorcitos. En mi instagram @celinewell_ estoy subiendo fotos de todo lo que tiene que ver con la historia, si gustan pueden pasar y ver cómo es el aspecto de la historia.

Reto: 20 comentarios para subirles hoy mismo el siguiente cap. ¿Lo lograremos?

Luna MalditaOnde histórias criam vida. Descubra agora