Sonreímos al separarnos, entrelazamos las manos y seguimos caminando. En el camino nos encontramos con el profesor Lupin.
– ¿Qué tal profesor? – le dije mientras nos acercabamos.
– Muy bien chicos, lamento lo de tu escoba Harry ¿Crees que se pueda reparar? – le pregunto mientras caminábamos.
– No. Profesor ¿Por qué los dementores me afectan tanto? Más que a los demás – pregunto y acaricie su mano.
– Oye – dijo él y nos detuvimos – los dementores están entre las criaturas más horrendas que habitan sobre la tierra. Se alimentan de los momentos felices, – seguimos caminando – los buenos momentos. Y la persona se queda solo con sus peores experiencias – paramos, él se adelantó un poco y se giró a vernos – Tu no eres cobarde Harry. Los dementores te afectan más por los horrores de tú pasado. Horrores que tus compañeros ni siquiera imaginan. No te sientas avergonzado – seguimos caminando.
– Tengo miedo profesor – dijo Harry y me aferre a su brazo y le di un beso en el.
– Serias un tonto si no lo tuvieras – dijo.
– Necesito defenderme. Enséñeme. Alejo al dementor del tren – dijo Harry.
– Solo era uno esa noche – se excusó.
– Pero pudo alejarlo – dije.
– No pretendo ser un experto chicos, – paramos enfrente de una isla y acariciamos a una lechuza – pero ya que los dementores parecen tener un interés especial en ti, supongo que te enseñare, estas invitada también _____, pero después de las vacaciones – la lechuza voló – Ahora necesito descansar.
{...}
Estaba con Harry en la torre del reloj despidiendome para ir a Hogsmeade.
– ¿Seguro de que no quieres que me quede? – le dije mientras mirábamos la nieve a través del reloj.
– Seguro buscaré la forma de ir lo prometo – se giró a verme, me tomó de la cintura y yo de su cuello.
– Está bien – nos ibamos a besar pero escuchamos a Filch.
– ¡Última llamada a Hogsmeade! ¡Vengan ahora!
– Bien me tengo que ir adios – le di un corto beso y me fui.
{...}
– Entonces _____ ¿tú y Harry ya son novios? – me dijo Her mientras ibamos la casa de los gritos.
– ¿Por qué lo dices? – dije nerviosa.
– Porque los he visto actuando como novios – me dijo con una sonrisa pícara.
– Si, además los he visto agarraditos de las manos – dijo Ron.
– Prométeme que no le diras a máma ni a pápa hasta que regresemos a casa y tampoco a los otros – le dije a Ron.
– Lo prometo pero ya dinos ¿Están saliendo si o no? – me dijo.
Sonreí.
– Esa sonrisa lo dice todo. Estoy feliz por ustedes ya se estaban tardando – dijo Her.
– Yo igual hermanita – dijo Ron y puso un brazo sobre mis hombros y nos acercamos a la reja que estaba cerca de la casa.
– Es la construcción más embrujada de Inglaterra ¿Se las mencioné? – dijo Her.
– 2 veces – dijimos al unísono Ron y yo.
– Ah ¿quieren que nos acerquemos? – nos preguntó.
– ¿Ah? – dijo Ron confundido.
– A la casa de los gritos – le dijo Her.
– Si/ Estoy bien aquí – dijimos yo y Ron.
– Vaya, vaya miren esto – escuchamos la voz de Draco y nos giramos – ¿La compraran para vivir ahí? – se nos acercaron – ¿Es muy grande para ustedes? – nos dijo a Ron y a mí – Su casa solo tiene una habitación.
– Cierra la boca Malfoy – le dijimos con enojo.
– Uy, lo que dicen no es muy amigable – dijo él – Muchachos es momento de enseñarles a los Weasley a respetar a sus superiores – se acomodó el saco y sonrió.
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– Debe ser una broma – dijimos Her y yo poniéndonos al frente.
– ¿A ti quien te llamo? – le dijo a Her – sangre sucia inmunda – dijo y le cayó una bola de nieve – ¿Quien lo hizo? – dijo mirando a la nada y le lanzaron más bolas de nieve y fue retrocediendo junto con sus amigos – ¡Hagan algo rápido! – les dijo.
*Hay Harry*
– ¿Qué? – dijo uno y le bajaron el gorro y a Goyle los pantalones y lo empujaron.
Reímos Her y yo. Tomaron la bufanda de uno y le dieron vueltas hasta quedar en el piso luego Draco se tropezó y le tomaron las piernas arrastrándolo por la nieve.
– ¡No suéltame!
– ¿Qué pasó Malfoy? ¿Perdiste tus esquís? – le dijo Harry bajo su capa.
Harry lo soltó y Draco se fue corriendo mientras empujaba a sus amigos.
Her y yo reíamos mientras Ron sonreía pero su sonrisa se esfumo cuando vio las tiras de su gorro moviéndose.
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A Her le tiraron del cabello y yo sentí unas manos en mi cintura haciéndome cosquillas.
– ¡Harry! – dije mientras reía – ya dejame – dejos de hacerme cosquillas y se quitó la capa.
– Muy gracioso Harry – dijo Ron con sarcasmo – no fue divertido.
– No decías eso hace un rato – dije mientras le daba un corto beso a Harry.
– Oigan no hagan eso si los estoy viendo – dijo Ron.
– Yo te diré lo mismo cuando te vea a ti besándote con una chica – le dije y vi disimuladamente a Her.
