—No te atrevas a atacarla, Goyle —le dijo fríamente Draco.

__________ giro la cabeza para mirarlo, su amigo se veía cansado, pero miraba mal a Goyle al verlo con las intenciones de atacarla.

—Se está metiendo en donde no la llamaron —dijo este, mirando mal a la chica.

—Me meteré donde a mi se me de la gana —atacó ella.

—Basta los dos —hablo con autoridad Draco—. Él está conmigo —le dijo a la chica—. Así que no está haciendo nada malo. Ya nos íbamos a la Sala Común.

La castaña, a pesar de sentir ese tono frío de Draco, en sus ojos se notaba que decían otra cosa, miedo.
Aquello era nuevo, Draco Malfoy no era un chico que tuviera miedo, en realidad eran muy contadas las veces que lo veía en esa forma, pero sabía que algo andaba muy mal al verlo de esa forma.

Suspiro y se alejó de Goyle, que sonrió victorioso; ella empezó a caminar en dirección de Draco, deteniéndose a su lado, pero ninguno de los dos giro a mirarse.

—No sé que ocurra, Draco —dijo en voz baja solo para ellos—. Pero si algo está mal, solo dímelo —giro a verlo—. Soy tu amiga. Yo quiero ayudarte.

Este tardo unos segundos en mirarla, ambos se miraban tristes, odiaban aquella distancia que se habían creado.

—Lo siento, Thea —murmuró muy bajo.

Empezó a caminar rumbo a Goyle, mientras _________ veía como ambos se alejaba. Soltando un suspiro, giro sobre sus talones y empezó a caminar por donde Draco había ido; se detuvo al darse cuenta donde estaba, frente al al tapiz del Bárnabas el Chiflado, frente a la Sala de Menesteres.

—¿Por qué vendría aquí? —murmuró mirando la pared.

Regulus se había despertado aquel sábado temprano, pero no se levantó de su cama, solo se encontraba acostado. Por su cabeza daba vueltas aquella idea que llevan toda la semana; decirle a Dumbledore la tarea que Draco debería ser por órdenes de Lord Voldemort, matarlo.

Se levantó y empezó arreglar, cuando salió de la habitación, los demás empezaban a despertarse. No encontró muchos alumnos en la Sala Común y al salir se llevó una sorpresa de ver a __________ recargada en una de las paredes mientras leía un libro, como si esperara a alguien.

Ella giro cuando el retrato de la Señora Gorda se volvió a abrir y se sintió aliviada a ver qué por fin era Regulus; hubiera entrado sin pensarlo e ir por él, pero no tenía su nueva contraseña y la Señora Gorda no la dejaría entrar porque si.

—¿Me estabas esperando? —preguntó Regulus cuando se le acerco.

—Si.

—Vaya, lo más romántico que has hecho por tu esposo el día de hoy —dijo divertido, haciéndola sonreír.

—Que no sabemos si lo estamos —volvió a recordarle.

—No rompas mis ilusiones, ¿si? —ella rodó los ojos divertida—. ¿Ocurre algo para que vinieras aquí por mí?

—Algo así —respondió dejando toda la diversión aún lado—. Vamos.

Regulus la empezó a seguir, no preguntó adonde irían, pero si ella le decía que tenía que ir, lo haría sin pensarlo.

Caminaron en silencio por unos diez minutos, hasta que llegaron al tapiz de Bárnabas el Chiflado. El chico miró desconcertado el pasillo, que estaba completamente solo.

—¿Por qué venimos aquí?

—Porque Draco vino aquí anoche.

Él miró unos segundos más a su alrededor, recordando que aquel pasillo es donde estaba la Sala de Menesteres.

Tomorrow - Regulus BlackOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz