IX

703 76 15
                                    

¿Cómo explicarlo?

De hecho no había manera de explicar aquellos besos y toques, aquella profunda pasión en la que sumergieron a ciegas Tsukishima y Yamaguchi.

— Mas~ ah... Más Tsuki~

El omega era penetrado sin descanso, habían pasando varias horas y a penas se habían detenido para cambiar de posición.

Pero eso no duró mucho más, la resistencia de Tsukishima era distinta, está vez, a la de Yamaguchi.

El omega estaba realmente cansado sin previo aviso, quedó  profundamente dormido en la cama. Bueno nadie podía juzgarlo, había estado por horas rogando por más y el rubio cumplía lo que le decía, eran una combinación peligrosa a veces.

— Uff... Tadashi, avísame que quieres dormir, me asusté mucho.

Nunca había hecho eso, pero limpiar el cuerpo del pecoso se le hizo lo más fácil del mundo, se la pasaba de aquí para allá, trayendo trapos húmedos y toallas.

— No sabía que tenía tantas pecas por todo su cuerpo...

Tsukishima cada vez se sorprendía con las sorpresas que le mostraba Yamaguchi.

La limpieza iba bien, empezó en las piernas y subía hasta su pecho. Pero cuando llegó a su abdomen sintió una corriente eléctrica recorrer cada nervio de su cuerpo.

No había escuchado sobre esa corriente nunca en su vida, ¿era una reacción al ser amable con su hilo rojo? No estaba seguro de eso, pero su alfa interior gritaba quedarse ahí, no quería alejarse ni un centímetro, tenía miedo de que podrían hacerle daño si se alejaba. Eso no tenía ningún sentido para Kei.

Anoche también lo había sentido, cuando lo cargó y el abdomen de Tadashi chocaba con uno de sus muebles, tuvo que cambiar de posición porque eso lo hacía sentirse intranquilo, pero no le tomó tanta importancia en ese momento.

Paró con las preguntas y se acurrucó al lado del omega, abrazándolo de la cintura con una fuerza que los hacía estar muy cerca pero sin hacerle daño en ninguna parte. Era confortable ahí.

El omega por su parte, estaba extrañado, varado en un campo lleno de flores y arboles con frutas, pero en medio de todo ese paisaje, justo al lado del árbol con los frutos más deliciosos, había una pérgola, muy bonita, con cortinas finísimas, era extraño y eso atrajo a Tadashi.

Dentro habían muchas almohadas y una mesita en el centro, pero por si no fuera suficiente, ahí dentro estaban Kageyama y Hinata, los conocía y quería saludarlos, pero al momento de gritar su voz simplemente no salía. Sus amigos se abrazaban y besaban constantemente, el alfa peli negro le daba mimos cada cinco segundos, poco a poco Shoyo se acomodó en el regazo de su alfa, quedándose dormido. El pecoso que los observaba se acercó un poco más, cuando lo hizo Kageyama entró en alerta, protegiendo a Shoyo, Tadashi pronto entendió porqué estaban así, el vientre del más bajo estaba abultado, tendría un bebe.

Yams...

Dime Shoyo— respondió casi al segundo, esta vez su voz salió.

Despierta.

Tadashi abrió los ojos y dio un sobresalto en la cama, moviendo todo, despertando a Tsukishima. Estaba un poco agitado y sudaba por todos lados, aquel sueño fue demasiado extraño.

— Yamaguchi... ¿Estás bien? Te ves pálido.

El pecoso no sabía cómo responder, él tampoco sabía sí estaba bien, solo estaba al tanto de que necesitaba estar más cerca del alfa. No esperó nada y lo abrazó, solo así pudo respirar correctamente.

— Ahora estoy mejor.

El corazón de Tsukishima se estaba portando extraño esa mañana, se supone que solo quería disculparse y ahora estaban a primeras horas de la mañana abrazados, como una pareja, su corazón latía a mil por hora.

Inventó una excusa y alejó a Tadashi, saliendo de la cama y dirigiéndose a la cocina, se estaba comportando como un adolescente, lo sabía, pero tenía que investigar algo.

Abrió su laptop y buscó: "¿Por qué siento ganas de proteger el abdomen de un Omega?"

Pensó que era ridículo, especulaciones suyas, pero sin duda el Internet lo sorprendió una vez más. Habían cientos de links que explicaban ese suceso.

"Si eres alfa es obvio ¿no?" Era ese el comentario más frecuente.

¿Si era un alfa? ¿Qué significaba eso? Jamás otros alfas le comentaron eso, bueno, no era como si se hablará con otros alfas que no sean Kageyama y Bokuto, pero igual era decepcionante.

Pronto aquellas dudas fueron cubiertas con el precioso aroma que emitía Tadashi, de por sí ya olía bien, pero sus feromonas parecían diferentes, lo atraían más.

— ¿Dónde está el desayuno que según tú harías? — preguntó el pecoso mientras agarraba una manzana de una canasta cercana y  comenzaba a lavarla.

Kei a penas podía escuchar lo que le decía, solo eran ruidos extraños ahora, todo su cuerpo estaba enfocado en algo, podía sentir a alguien, había alguien en el departamento con ellos y estaba dentro de Tadashi.

Pero no lo entendía, se acercó al omega y lo abrazó por la cintura, su cuello era muy deseable para Kei. Se había dado cuenta que aquel individuo tenía más de una semana.

Eso estaba peor, cuando cayó en cuenta de las fechas y cómo pasó "eso" soltó a Tadashi, no sabía si él ya se había enterado, pero no quería que tuviera miedo.

Se odiaba a sí mismo, su primera vez y de alguna forma cuando dejó su semilla, fue extraño para ambos.

— Lo lamento...

— ¿Eh? ¿Estás bien Tsuki? Creo que deberías volver a la cama, yo puedo preparar algo. — Tadashi no entendía la situación, solo sabía que sus palabras eran contradictorias a lo que pensaba, él quería que Tsukishima se quedará a su lado por las próximas 80 horas y no soltarlo, pero sabía que no podía hacer eso.

— No, yo... — hizo una pausa para suspirar un poco — yo lamento que la primera vez haya sido de esa manera, fue infantil de mi parte.

El pecoso solo sonrió un poco asintiendo, eso quería escuchar miles de veces, no sabía que era pero dentro suyo se provocó una sensación nueva, era mágica.

— ¡YO ME HARÉ CARGO DE TI DE AHORA EN ADELANTE! — declaró Kei frenéticamente mientras volvía a tomarlo por la cintura.

Su alfa se había dado cuenta, ahora entendía porqué quería proteger tanto esa parte del cuerpo de Tadashi.

El omega estaba embarazado.

Imposible [TSUKIYAMA] [OMEGAVERSE]Where stories live. Discover now