Inupi tomó cinco dólares del bote de dinero y se encogió de hombros.
—Escuché a Akane quejarse de que su ropa interior había vuelto a desaparecer de los tendederos, al parecer los vecinos comienzan a sospechar de algún maldito pervertido acechando a las mujeres del barrio.

—¿Ah si?

—Koko... solo no lo vuelvas a hacer.

*

Baji tomo una pequeña libreta de debajo de su cama, las cosas escritas en esa pequeñez eran de las pocas de las que Baji se sentía avergonzado. hojeo las páginas anteriormente escritas y luego soltó un chillido.

—Que mierda—sus mejillas estaban levemente teñidas de rojo,y esa presión en el pecho que solo sientes cuando estás verdaderamente enamorado de alguien volvió a instalarse en el. impidiéndole pensar con claridad.

suspiró con desgane.
Un golpe a su puerta fue lo siguiente que escuchó.
luego fueron dos, luego tres, hasta convertirse en cuatro y por fin colmar la paciencia del de cabellos largos.

Se levantó de mala gana dispuesto a golpear a cualquiera que estuviese tras esa puerta, dejó de pensar eso cuando la vio ahi.vistiendo esa falda tan corta que le dejaba ver un poco más de la cuenta.
Su hermoso cabello dorado adornado con unos pasadores de gatitos. su cuerpo tan delgado y esa ropa que la hacía lucir mas femenina de lo que ya era. Esa imagen le confirmaba que Chifuyu había sido creada por los mismísimos dioses.

—Hola, lamento no haber venido antes — la rubia extendió sus manos, indicándole al moreno que podía tomar el tazón con fresas que sostenía. —extrañaba venir a visitarte. — comento la rubia.

las mejillas de Baji se tiñeron levemente de carmín. Y una risa socarrona salió de los labios de la rubia.

Baji invitó a Chifuyu a pasar con la esperanza de pasar un poco más de tiempo junto a ella.
la rubia tomó asiento sobre la cama de Baji.
—¿Necesitas ayuda con tus estudios? — La joven aclaró su garganta antes de continuar—si no es mucha molestia puedo quedarme a ayudarte.

Baji se dirigió rápidamente a su escritorio. en un intento de esconder todo lo que había en este.

—Un poco.—dijo,intentando no sonar nervioso.

Chifuyu hojeo un poco el contenido de algunos de los libros que anteriormente había tomado del suelo.

—En realidad es muy sencillo.
antes de poder decir cualquier otra cosa un cojín en forma de conejo fue a estamparse contra la cara de esta,cojín que pertenecía al hermanito menor de Baji.
—¡Baji–San!—exclamo, con indignación fingida.
El moreno tomó asiento en el borde de la cama, no se sentía lo suficientemente en confianza como para sentarse a un lado de ella, no después de lo que había sucedido.
la habitación se quedó en silencio por unos segundos, permitiéndole pensar con claridad. no estaba seguro de si invitar a Chifuyu a salir.pues Hajime le había dicho no ser muy intenso, pero invitarla a ir a la feria con el no seria tan intenso como lo que había hecho anteriormente. Aunque lo mejor será que no.

se volteó a ver a la chica. La cual leía un manga Shonen  había encontrado entre los libros del moreno.

—Oye, Baji-San

Baji alzó la vista lo cual había provocado que cierto escalofrío recorriera la espalda baja de la menor.

—Me gustaría que fueras a la feria conmigo, ya sabes que por estas fechas todo se pone muy lindo.

Baji  lo pensó un poco antes de responder.

—Claro ¿está bien el sábado?

La rubia asintió.

Anillos de papel Where stories live. Discover now