Trago saliva asintiendo con la cabeza.

Me dedica una sonrisa de lado antes de levantarse y ponerse de pie.

Debería correr?.

"Deberías.."

Mi mirada baja hacia uno de sus brazos que se extiende en mi dirección.

— Cuaderno —pide desde su altura— después te ayudo a estudiar, ahora no lo necesitamos

Le doy mi cuaderno y lo coloca en mi escritorio.

— Quiero que cierres los ojos y no los abras hasta que me asegure de que estés relajada —ordena.

Cierro los ojos obedeciendo.

Unos segundos después siento unas manos en mi cadera que suben hasta mi cintura, entreabro los labios al sentir el contacto de sus palmas calientes.

Poco a poco sus brazos hacen presión para recostarme en la cama, sus manos dejan de tocarme la cintura para apartar mi cabello de mis hombros y dejar a la vista mi cuello desnudo.

Al no sentir ningún movimiento intento abrir los ojos pero una voz ronca me detiene.

— Todavía no los abras, aun no hemos empezado.

Mi corazón empieza a latir con fuerza cuando siento que se hunde la cama y algo roza mis piernas.

— Talvez mis métodos no sean los correctos teniendo en cuenta que debo cuidar que no te toquen, pero supongo que esta noche podemos hacer una excepción. Además, contigo es muy difícil resistirse.

Esta vez siento que de hunde la cama a la altura de mi cabeza.

"Easton, está encima de mi" —dice una voz en mi cabeza.

— Que quieres decir? —pregunto en un susurro.

Lo que pase esta noche quedará entre nosotros —susurra cerca de mi oreja.

"Oh por Dios, si está encima de mi!".

Una de sus manos viaja hacia mi cintura apretándola a su antojo. Mi respiración se agita cuando siento como uno de sus dedos se escurre bajo mi blusa acariciando mi piel.

— Estoy tratando de resistirme a probarte, pero no puedo.

La urgencia en su voz hace que una de mis manos se levante y busque hasta encontrar su brazo, donde toco y aprieto disfrutando de su suavidad y firmeza.

— Dime si quieres que me detenga —dice apretando mi cuerpo contra el suyo.

Su siguiente movimiento hizo que me olvidara de todo y disfrutara lo que estuviera sucediendo entre nosotros...

Sus labios en mi cuello.

Sus suaves, carnosos y calientes labios besan y lamen mi cuello mientras cada uno de sus dedos se escurren bajo mi blusa hasta que toda su mano llega al comienzo de mis pechos.

Trato con todas mis fuerzas de retener los sonidos que suben por mi garganta.

"Excitada."

Así me siento.

No se si sea correcto lo que estemos haciendo. Sin embargo, dudo que sus métodos me relajen.

La urgencia por tocarlo y besarlo incrementa en mi. Subo y subo mi mano (que hace un momento se encontraba en su brazo) hasta estar en su cuello.

No pierdo la oportunidad y toco uno de sus rizos; tal y como lo pensé, son suaves y huelen muy bien.
Desearía poder tocarlos siempre.

— Deberíamos detenernos —me susurra con la respiración agitada.

"Rompiendo las normas"Where stories live. Discover now