𝒊𝒍𝒍𝒊𝒄𝒊𝒕 𝒂𝒇𝒇𝒂𝒊𝒓𝒔 | ᴀʟᴇx ᴛᴜʀɴᴇʀ

in my room

- ¿Quieres ir afuera? Tengo que ir al baño.

- Vamos.

Cuando Alex me vio salir de la carpa con Evan, su mirada nos fulminó. Matt y Zackery ya estaban despiertos tomando algo de café en la cocina de la cabaña.

- Te espero aquí. - Evan asintió y fue hacia el baño que quedaba a la derecha de la cocina. Tomé una taza de café y salí afuera a apreciar la naturaleza.

- Lila. - Escuché como Alex me llamaba por lo bajo. - No te involucres con Evan.

- ¿Qué? ¿Por qué? - Reí. incrédula. El no podía decirme que hacer por mucho más que eso me gustara, no se lo iba a permitir.

- Porque si. Solo te estoy protegiendo, y lo seguiré haciendo.

- Creo que alguien está celoso.

- Muy celoso. - Me tomó del brazo con fuerza. - Y me pone de mal humor estarlo, así que cuidado con lo que haces.

- Como digas.- Me hice la desinteresada, desafiándolo, buscando hacerlo enojar porque amaba provocarlo. Ver como arrugaba su ceño e involuntariamente sus ojos se hacían más oscuros.

Se acercó peligrosamente hacía mí y cuando vimos que Matt, Miles y Evan venían en nuestra dirección, me suelta el brazo y murmura. - Todavía no he terminado.

Le sonreí sin los dientes y lo miré directo a los ojos. Volvió a elevar sus cejas.

- Está bien, Alex. - Matt me escuchó decir esto último.

- ¿Cómo dormiste, Lila? - Matt me acarició el cabello suavemente.

- Bien, un poco apretada pero bien. - Reí mirándolo a Alex que persistía con su semblante serio, de pocos amigos. Miles se le acercó y comenzaron a hablar en susurros como confidentes, he llegado a pensar que aquellos dos se querían en secreto, pero simplemente no estaba segura. Conociendo a Alex el se hacía pasar por indiscreto y un hombre serio y profesional pero sé que tenía varios secretos bajo su manga y quería descubrirlos todos. Ellos se alejaron aún más de nosotros y con Evan y Matt terminamos de desayunar.

Con el paso de las horas, el sol iba quemándonos más y los demás se despertaban. Era nuestro último día ahí, ya al atardecer nos volveríamos para la ciudad a seguir con nuestros asuntos. En mi caso, no hacer nada. El de Matt, cuidar de su hija, supuse que iba a ser un verano solitario.

Mis amigos hablaban y Miranda intentaba unirme a la conversación pero era en vano, mi cabeza pensaba en los brazos de Alex rodeandome la noche anterior y en como iba a lamentar dormir sola de nuevo en la fria oscuridad de mi habitación. Al no me correspondía la mirada, ha intentado ignorarme desde la mañana por quién sabe qué. Sólo quería volver a sentir el extasis de estar entre sus brazos, tocar su piel, tener toda atención, ser su chica.

- Lila, vamos a nadar. - Evan me toma de la mano y me lleva sin mucho esfuerzo hacia el lago donde estaban Miranda, bianca y los demás. Brillaba la ausencia de Alex, Matt y cualquier mayor a cargo.

- Evan, no tengo el traje de baño. Voy a buscarlo.

- ¿Quieres que te acompañe?

- No, está bien. Haré rápido. - Le sonreí y corrí hacía la cabaña donde la había dejado. No quedaba muy lejos, en realidad estaba todo lo esencial muy cerca de nosotros a pesar de estar en un lugar tan grande.

Cuando entró a la cabaña el color y el aroma de la madera me inunda por completo, estaba bastante fresco ahí dentro e incluso se encontraba vacío. Sin luces encendidas, solo el sol entrando por la ventana a medio abrir. Pensé donde se habían ido todos y busqué opciones y razones del porqué y lugares donde podían llegar a estar metidos. Era obvio que solo me importaba donde estaba Alex y con quien estaba. O con quien hablaba.