El ruido de los sentimientos

Hacerse mayor

¿Quién iba a decirle a esa niña que su mayor deseo iba a convertirse en su mayor miedo?
¿Quién iba a decirle a esa niña que un día echaría de menos lo que tanto ansiaria durante años?

Que los juegos dejarían de ser parte de su rutina, que iba a tener que aprender a lidiar con sus emociones y sus miedos porque estaba comenzando a hacerse mayor.

Que un día alguien en quién confiaba la soltaría y ella misma tendría que llevar la bicicleta que tantas caídas consiguieron que hoy esa niña pedalee sin parar en busca de sus sueños.

Quién le decía a esa niña que los días lluviosos tomarían un significado propio y ese significado ya no era el de reír mientras las gotas de lluvia se deslizaban por tus botas mientras sentías que la vida era eso.

Al final esa niña se hizo mayor, sus miedos y sentimientos también se hicieron mayores incluso sus ilusiones cambiaron y ahora es lo que persigue pedaleando con su bicicleta.

Pero hubo algo que sí le avisaron a esa niña, un día cuando ella fuera mayor cambiaría un solo segundo de su vida por volver a colocarse esas botas y saltar bajo la lluvia.

Pero alguien la soltó y entonces comenzó a pedalear.