vitamina; richard ríos.

04

são paulo, brasil
30 de noviembre de 2023
11:36am

me quedé muda con los ojos abiertos mientras veía cómo richard ríos, mi ex novio totalmente distinto a cómo lo vi la ultima vez en persona, más alto de lo que de por si era a comparación de mi altura, mechones monos, tatuajes, músculos grandes y tonificados, si sonrisa cómo siempre espectacular y un motilado distinto al que tenía cuando era más pequeño.

el tenía puesto una pantaloneta y una chaqueta de su equipo. palmeiras.

— señorita torres, ¿lo dejo pasar?— me pregunto el señor del hotel.

yo salí de mi trance, y ni se lo que dije.

asentí lentamente.

— no olvide que en lo próximos 30 minutos más o menos la estarían recogiendo.— me recordó el antes de irse.

— está bien, muchas gracias.— vi cómo se marchaba el señor, y mire a richard.

— estás muy linda.— me dijo, mirándome con una media sonrisa, mostrando la dentadura.

— ¿que está haciendo acá ome?— le pregunté entrando a la habitación y sentándome en la cama. vi cómo el entro también y cerró la puerta.

— no, ¿usted que está haciendo en brasil?— me pregunto y se apoyó con sus brazos en la mesa que estaba al frente de la cama, quedando frente a frente conmigo.

— yo no le tengo porqué explicar nada de eso, ¿como me encontró?— me paré quedando más cerca de él.

— vi tu historia, me conozco esta ciudad de arriba abajo, ¿como esperabas que no te encontrara?— me dijo, sonando obvio.

— no debí hacer eso,— tape mi cara frustrada, pero el quitó mis manos de mi cara con las suyas, se acercó para abrazarme. paso mis manos por mi cintura un poco descubierta, y yo, las pasé lentamente por su cuello, empinándome.

al separarnos el sonrío un poquito.

— yo se que, — se encogió de hombros— no terminamos ni bien, ni mal.— dijo— pero, yo desde que me fui de colombia la he pensado mucho, y también me dolió que cuando me fui, usted haya dejado de hablarme, siempre busqué la forma de contactarlo, y usted, o me ignoraba, o cuando llamaba a tu mamá para hablar con usted porque precisamente no lo hacía, usted me evitaba. y por eso deje de buscarla.— me decía con tristeza, me miraba a los ojos directamente, yo no era capaz, miraba para abajo, sintiéndome una inútil, él siempre tenía toda la razón.

— yo tuve una conversación con su papá, en la cual, él y yo nos reunimos en su casa, eso fue como dos, casi tres meses de que usted se fue a flamengo, ósea, fue como a mitad o finales de octubre de 2019, usted y yo ya habíamos terminado pero yo estaba mal por dentro, y créame que mucho. no porque solo hablábamos poco, sino que, ya no éramos novios y ya no estabas a mi lado, ya no sabría cuando lo iba a volver a ver. su papá me llamo para hablar conmigo, el me pregunto que cómo estaba, cómo me sentía, y que porque te evitaba tanto, simplemente le respondí con la verdad.— lo agarre de la cara, para que me viera y escuchara con atención.— te estaba viendo triunfar, te veía correr tus sueños en un país nuevo para ti, te veía feliz, te veía haciendo lo que más amabas, y yo, no quería ser una piedra en el camino.— mis ojos comenzaron a soltar lágrimas.— no quería que te desconcentraras en una carrera futbolística por pensar en mi, por una pelada que estaba en colombia, que te amaba y adoraba verte feliz, con un balón entre tus pies. ¿que hice mal?, si, y mucho, porque no tuve que ser así, tuve que explicártelo para que me entendieras, pero, no quería ser el, obstáculo en su camino... perdóneme, nunca quería soltarlo, pero tuve que hacerlo, dejarte ir, y que no te aferraras a mi, a una niña que te amaba en colombia, a miles de kilómetros desde donde estaba usted. lo amo mucho, y no sabe, ni tiene una idea, no me cabe el orgullo en el pecho, al ver lo que está logrando usted, usted solito. y espero algún día me perdone. — el me miraba atentamente. sus ojos estaban cristalizados.