🪷 | 𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 9

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-Sólo compórtate y consideraré ser lo más suave contigo... -hizo una pausa y pensó. -Aunque ahora que lo pienso, no debería darte tanto privilegio, sabiendo que tienes un amante...

-¡No es ningún amante! Ni siquiera tuvimos una relac-. -metió dos de sus dedos en su boca bruscamente para callarla.

-Pero sé que te importa ese pobre... Eso es triste. Igual como dije, te haré olvidarlo, de cualquier forma, lo vas a olvidar. -(T/n) alzó la ceja enojada y le iba a responder, pero Aizetsu sacó sus dedos para volver a besarla, esta vez más apasionadamente.

Era como si fuese una guerra en sus bocas, él queriendo dominarla en el beso pero ella luchando para que se alejara. Obviamente, cada intento de (T/n) fue inútil dada la fuerza del mayor.

Mientras la besaba, esta vez Aizetsu se encargó de inmovilizar bien sus manos y nuevamente tocó su cuerpo, pero ahora comenzó a quitar su kimono. En un abrir y cerrar de ojos (T/n) notó asustada que le quitó el kimono fácilmente. Irónicamente las mujeres duraron más tiempo en ponérselo que él quitándoselo.

Su rostro se tornó rojo carmesí al ver que estaba semidesnuda frente a un hombre, e intentó taparse con sus brazos pero éste los tomó para evitarlo. Mientras (T/n) estaba muerta de la vergüenza, el oji-azul estaba maravillado por el hermoso cuerpo de la chica, a sus ojos era el más perfecto que había visto. Como le dijo a la chica, desde que la vio la primera vez quedó tan maravillado que no podía esperar para tenerla consigo. (T/n) estaba presente en cada uno de sus sueños más íntimos.

Pasó la yema de sus dedos por la blanca piel, y lo comprobó, es tan fina y sedosa como la imaginó. Se sentía bendecido por profanar de primero ese cuerpo angelical.

-Dé-Déjeme! No quiero que me toque, no quiero est-... ¡Aaah! -(T/n) chilló cuando Aizetsu abrió su boca y tomó uno de sus senos para chuparlo y lamerlo.

Éste se divirtió por un buen tiempo con sus senos, pasando su lengua alrededor del pezón y luego morderlo suavemente causando miles de sensaciones en la chica por la estimulación en esa área tan sensible.

(T/n) se mordió su labio para impedir soltar algún gemido, pero le estaba costando. Él lamía con entusiasmo su seno derecho, mientras que el izquierdo era estimulado por su otra mano apretándolo y pasando sus uñas por el pezón que ya estaba quedando rojo.

Después de un par de minutos de divertirse con sus pechos los soltó. Estos quedaron rojos y sensibles, por lo que (T/n) dió un pequeño quejido.

-Ah... Tienen un tamaño realmente perfecto para mí. Lo disfruté tanto, pero apenas comenzamos...

Sus manos recorrieron su cintura y muslos, a la vez que dejaba pequeños besos en su cuello, clavícula y pechos. Luego su mirada bajó a su ropa interior, rápidamente le quitó las bragas poniendo nerviosa más a la pobre chica, que hizo otra vez un intento de alejarse y de cerrar sus piernas. Pero él agarró sus piernas y la obligó a abrirlas, quedando en contra de su voluntad con su cuerpo desnudo expuesto.

Por más que ella desesperadamente no paraba de tratar de alejarse no lograba nada, en cambio Aizetsu para este punto ya estaba cegado por la lujuria. Nunca ha sido tan lujurioso como sus otros dos hermanos, pero esta chica logra despertar en él una lascivia pecaminosa en su interior... Y le encanta.

Se relamió sus labios sintiendo el líbido recorrer sus venas, ya no estaba conciente de sí mismo. Agarró sus piernas abriéndolas un poco más para meterse entre ellas y deleitarse con su feminidad.

(T/n) abrió sus ojos sorprendida y dió un gemido fuerte al sentir esa lengua húmeda acariciar su zona íntima. Nuevamente hizo pataleos inútiles que le fueron evitados cuando el oji-azul agarró sus muslos impidiendo que se moviera.

[愛, 帝国🪭👘] •𝐋𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐮𝐛𝐢𝐧𝐚 𝐅𝐚𝐯𝐨𝐫𝐢𝐭𝐚 | Hantengu ClonesWhere stories live. Discover now