10:00 P.M

827 33 23
                                    

Narra Spreen

Miré mi reloj, eran exactamente las 10:00 P.M.

Estaba completamente emocionado por los quince de mi amiga. Realmente no me llevaba tan bien con ella, eramos simplemente conocidos, pero al invitar a mi amigo Carrera y darse cuenta que este no tenía amigos en el quince, decidió invitarme a mí, para hacerle la segunda.

No sabía que vestir o que usar. Supuse que un traje azul sería lo mejor, pero a mi amigo se le ocurrió la idea de ir vestidos de "match", y no teniamos gustos respecto a colores sumamente parecidos, en verdad, eran muy distintos.

Luego de muchas súplicas, me terminó convenciendo por usar un traje rosa claro a rayas, con la camisa de color blanco, mientras que el iría al reves que yo. Nunca hubiera aceptado, si no fuera porque me ofreció 10.000 pesos a cambio. No es como si necesitara la plata, pero este mes me había peleado con mis papás y me habían sacado la mesada, así que servía mucho para comprarme un nuevo juego de moda.

Me miraba en el espejo con cara de pocos amigos, no me gustaba cómo me veía, pero ya no podía decirle a mí amigo que no quería ir así, era tarde. Esperaba a que Carre llegara a mi casa, al fin y al cabo sus padres y él me vendrían a buscar a casa, y mis padres nos irían a buscar a la fiesta cuando  termine, a las 6:00 A.M.

Hablando de ellos, escuché la puerta abrirse, y ví entrar a mis padres. Se notaba que estaban emocionados, al igual que yo, pero aún así no dije nada y esperé a que hablaran.

-Hijo, si no quieres ir, está bien, no hace falta, no queremos presionarte a estar en un lugar con ruidos y luces muy fuertes, ademas, sabemos que no te gusta tanto la idea de ir a un lugar donde no conoces mucha gente.- Empezó explicando mi padre Vegetta.

-Claro chaval, no te presiones, ya sabemos que nosotros te insistimos un poco por que vayas y conozcas gente nueva, pero si no quieres, no hay problema, podemos hacer maratón de películas.- Siguió Rubius, mi otro padre, pero decidí interrumpirlo.

-Está bien papás, tengo miedo, pero también, tengo un presentimiento, sobre que algo bueno pasará hoy, prefiero ir, no quiero quedarme en casa y seguir con miedo a todo lo demás. Me da miedo como la pase, si conoceré gente o no, pero aún así, quiero correr el riesgo, aún creyendo que no la pasaré bien.

Escuché el timbre, agarré rápidamente mi bolsito y abroché mi saco. Hacía frío, pero no tanto para llevar otra campera arriba. Antes de irme, saludé a mis padres con un gran abrazo, aclarandoles que si necesitaba algo los llamaría, pero que aún asi, no se queden despiertos toda la noche. Bajé las escaleras de mi casa rapidamente mientras revisaba si tenía mis cosas mas importantes en el bolso: ¿Celular?, si. ¿Mentitas?, si. ¿Lentes de sol?, si.

¿Por qué llevaba mentitas y lentes de sol? Las mentitas, eran porque yo era alguien muy hambriento, y sabía que la comida tardaba en llegar. Así que por si tenía hambre, aunque no alimenten casi nada, tenía esa opcion en mi bolso. Lo segundo nombrado era un poco por el look y otro poco por mi vista muy sensible. La cual, ante las luces, no dudaba que comenzara a sentir mareos. Los lentes eran de un color combinado al outfit, y una forma algo rara, pero aún así linda. Me los coloqué antes de salir por la puerta, me había despedido de mi madre, y fuí directamente al auto de mi amigo.

-¡Hola Spreen!, ¿Cómo estás? ¿Emocionado por su primer quince?.- Habló radiante el padre de mi amigo, Osvaldo, o como mas le gustaba ser llamado, Mariana. Verdaderamente no me sentía tan emocionado por esos quinces en especial, ya que no conocía a nadie y sabia que mi amigo era algo muy... Social, todo lo contrario a mí, y que por lo tanto conseguiría varios amigos mucho mas rápido que yo, y me dejaría algo de lado.

No lo culpo, nadie querría estar con alguien que le da verguenza hasta bailar en un quince, y más sabiendo que Carre iba con la idea de buscar nuevos amigos. Pero aún asi, respondí con una suave sonrisa mientras le daba un beso en el cachete a mi amigo al subir al auto de manera de saludo.

-Si, estoy feliz, tengo nervios de cómo será esto.-

El auto quedó con el leve ruido de la radio, reproduciendo la canción del "Meneaito", que según el padre de mi amigo era para "meternos en ambiente". Mi amigo comenzó a bailarlo estando sentado y casi sin moverse. Si no estuviera la canción de fondo, no reconocería que estaba haciendo su coreo.

Vi detalladamente a mí amigo. Me gustó mucho como le quedaba su ropa. No me malinterpreten, no de una forma romántica, simplemente me gustó que además de sentarle bien, el color de su camisa rosa combinaba con mi traje rosa, mientras que el traje algo beish pero más tirando a blanco de mi amigo, combinaba completamente con mi camisa.

Podrías preguntarte, ¿Por qué el llevo la ropa mas blanca, y yo la mas rosa? La verdad sentía que el blanco resaltaba mucho mas que el rosa, y mas el que elegimos, así que decidí usar mi traje del rosa, que realmente era un poco más tirando a salmón, o rosa pastel, no era un fucsia como tal.

Llegamos a la fiesta, 15 minutos antes de las 11:00 P.M., donde comenzaba. Decidimos quedarse en el auto, mientras Mariana nos ayudaba a no ponerse nerviosos dandonos palabras buenas, o mejor dicho, palabras que me ponían mas nervioso.

-Van a conocer mucha gente nueva, hay gente realmente buena seguramente y van a hacerse muchos amigos.-

No me gustaba esa idea, Carre seguro se haría amigos, pero... ¿Qué pasaría conmigo? ¿Me quedaría sentado en una esquina sin hacer nada? ¿Me animaría a minimamente salir a bailar dos veces? No lo sé. Por ahora, lo único que sabía, era que estaba nervioso, y mas cuando al último nombrado se le ocurrió salir del auto.

-Mira, ya están entrando, es hora que salgamos. Chau pa, te amo, podemos ir solos.-

-Dale hijo, tengan mucha suerte, no se achicopalen en ningún momento. Adiós Spreen!-

Sentí como fuí agarrado del brazo por Carre para salir del auto, así que le dí una agradable sonrisa a Mariana, o la mejor que pude dar, y me despedí con la mano.

-Dale wacho, no te pongas nervioso, no jodas.-

Vi que en realidad, la fila de entrada no estaba avanzando, simplemente él lo dijo porque se cansó de estar en el auto. Decidí no decir nada y quedarme a hablar con mi amigo. Ambos teníamos 14, Carre se había hecho amigo de la quinceañera, Ari, solo porque este era demasiado social, pero no ibamos siquiera al mismo grado, ella nos superaba por uno.

Aún teniendo miedo, me sentía emocionado, eran el primer quince al que iba y por alguna razón, sentía que algo saldría bien hoy.

-------------

NO SABIA A QN PONERR CM PAPÁ D CARRE Y ME ESTRESÉ

juan ni aparece cm hasta las 11 o 12, asiq por ahora todo tranki

toda la historia va a ser narrada x spreen

besoss!!

~ XV ~ SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora