†Capitulo 184† Carrera salvaje

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¡¡¡CRAFFGJJKKH!!!

Un estallido de sangre y viceras baño por completo los rostros aterrados de los soldados imperiales,
que indecisos por atacar o huir, se entorpecían unos a otros mientras el imponente guerrero salvaje los hiba barriendo en filas con sus brutales puñetazos.

Los tatuajes de Shanoóth habían intensificado su brillo, pareciendo ser los surcos coloridos de un dragón escarlata, las medidas de su cuerpo se ensancharon, y las venas en su piel se remarcaron y extendieron por el potenciamento de su fuerza.

Si..podría ser que no tuviera un núcleo mágico como muchos otros a los que se había enfrentado,
sin embargo, el siempre había destacado por su ferocidad en combate, y la dulce ventaja genética de sus antepasados.

Siendo haci, Shanoóth estaba exterminando al medio centenar de imperiales que eran desperdigados puñetazo a puñetazo, hasta convertirlos en un amasijo de carne y metal .

-¡¡Señor Herjell, señor Herjell!!-.
Clamaba un guardia mientras intentaba conservar las entrañas en su lugar, pero se topo con la sorpresa de que el verdugo había desaparecido.

Los habían abandonado...

Y eso, termino con su séquito...

Medio centenar de guardias moribundos yacian esparcidos por el suelo, un escenario grotesco pero que de todas formas estaba destinado a maravillar a la muerte, ya fuera de un salvaje, o de cientos de imperiales.

Shanoóth no veía la diferencia, la gente horrorizada por su masacre ni siquiera se atrevía a insultarlo, solo corrían despavoridos y se ocultaban tan bien como podían.

~¡Pronto..si, muy pronto el señor Shaelonhg y su milicia nos protegerán~.
Era la esperanza de muchos, y el placer de otros.

Pues el líder de los salvajes, esperaba con ansias la llegada de más cabezas que destrozar.

....

-¿¡Seguros que es por acá!?-.
Pregunto el guerrero salvaje que llevaba dos largas espadas de colmillos surcando su espalda como un tatuaje de jade y marfil, se trataba de Oradesh,
el miembro más joven de los prisioneros de la torre de extracción.

-¡Que ya te dije que si!, Todo lo que tenemos que hacer es reunirnos con tu líder y! ¡!-.
Demian estaba impaciente, no podía transportar a tanta gente en su vórtice ni teletransportación, porque eso supondría un gran desgaste para sus energías, y un problema de carga y espacio.

Por lo que sin más, debían moverse atraves de las calles, chozas y edificios,
hasta que desde el cielo, descendió un gran halcón blanco de plumas frondosas.

El ave se deslizó gracilmente por en medio del grupo, y retorció sus alas a la par que sus patas aterrizaban en el suelo.

Un guerrero salvaje surgió del contorsionismo del halcón, revelando que era un explorador mandado a comprobar el camino desde el cielo,
su nombre era Ulvh, y no detecto mayor problema más que dos areas donde se concentraba un gran alboroto.

Una era la plaza donde se celebraba el torneo de los aprendices Elitezards, y el otro era un espacio, que a vistas desde el cielo, estaba adornado por la sangre y el metal de los cadáveres.

¡Justo ahí era!, Demian apresuró el paso, y miro de reojo a su hermana.

-Traten de resistir todo el tiempo que puedan, deberemos causar-.

-¡Eso ya lo sabemos, tonto!-.
Su hermana le dedicó una sonrisa tranquilizadora, y no era para más,
Demian estaba inquieto, de todos sus hermanos, el era el único que podía detectar tantas presencias.

Y el ejército que yacia dentro de la fortaleza, era todo..menos pequeño.

-¡¡¡ASEGUREMONOS DE DAR UNA BUENA PELEA!!!-.
Rugió Diyagore, quién se adelantó mientras la Titan le pisaba los talones.

-¡Espera, ¿En serio crees que puedes matar a más bastardos que yo?!-.
La reto, a lo que la salvaje la miro rápidamente con desafío en sus ojos.

-No esperaba convertir esto en una competencia..pero tampoco me negare a ello-.
Ambas asintieron, pero cuando ya habían recorrido un buen tramo, de pronto Coraline se detuvo súbitamente, y miro a lo lejos.

Había sorpresa en su mirada, pelo los ojos y tembló de emoción.

-Co,coraline-.
Endraegon, su amigo, se le acercó temeroso de que algo le hubiera ocurrido, sin embargo, en cuanto estuvo a centímetros de alcanzar su hombro.

La Titan salió disparada rumbo a dónde había clavado la mirada.

-¡¡Coraline, detente, debemos reunirnos con Shanoóth y su hijo, aún tenemos los collares pegados al cuello, Coraline!!-.
Pero fue inútil, la joven pareció acelerar su carrera, y solo se limito a darle una mirada confiada y una sonrisa sincera.

-¡¡¡Detecte mis colmillos de la luna, voy por ellos, no se preocupen, matare a tantos idiotas que hasta temo perder su filo jajaja-.

-¿Q,que?-.
El guerrero quedó aturdido por aquellas palabras, pero Demian, tan solo le dió unas palmadas en la espalda y lo invito a continuar.

-Tranquilo..es Coraline, estara bien jaja-.

Si su hermana quería recuperar su arma, entonces no había nada ni nadie en el mundo que pudiera impedirselo,
ahora, debían apresurar su reunión con Elketh.

.....

Era probable que el joven muchacho se las hubiera ingeniado para esconderse de los guardias imperiales,
pero que demonios,
Demian supuso que el poderoso guerrero que era su padre, habría muerto ejecutado.

Sin embargo, se alegro de estar equivocado, y contempló el medio centenar de cuerpos tirados en el suelo como simples ejemplos de lo que les esperaba a todos los que se atrevieran a interponerse en su objetivo.

Saldrían de la fortaleza, no sin antes ajustar aigunas cuentas.

-¡¡Jaaajajajaja!!-.
Ulvh estiro sus brazos en cuanto el collar que rodeaba su cuello cayo al suelo como un simple objeto inútil,
el plumaje surgió de su piel con aún más gloriosa hermosura, y se transformó en un halcón al menos cinco veces más grande que el anterior.

El sello que le impedía usar su magia había desaparecido, y ahora lucia los imponentes siete metros de alto que aquella transformación le permitía presumir.

Su pico negro lucia tan afilado como el gancho de un carnicero, y sus ojos revelaban una sed de sangre inmensa,
por lo que sin mediar más palabra, alzo el vuelo para vigilar la zona.

Su velocidad fue tremenda, Demian tuvo que limpiarse los oídos después de aquel zumbido terrible, y supo que aquel guerrero liberado era solo la muestra del verdadero poder de los salvajes.

Shanoóth, Endraegon, e inclusive Diyagore, tenían sus propias capacidades..aunque a vistas de la chica rubia y de piel morena..bueno,
no había comparación.

-¡Muy bien!, Chico..sera mejor que tus hermanos hagan un buen trabajo,
¡¡¡Porque vamos a desarmar el grueso ejército de estos perros Imperiales!!!-.

-¡¡¡SIIIII!!!-.
Gritaron a gran voz al escuchar la orden de su líder.

Diyagore, que permaneció callada, se alejo poco a poco, pero fue interceptada por la repentina aparición de Demian justo en sus narices.

-Tranquila..se a donde quieres ir, pero en estos momentos tu hermana y los demás, están más seguros en los calabozos-.

-Quizas tengas razón..pero-.

-Si ya lo se jaja, te marcharas a la menor oportunidad..pero al menos trata de divertirte un poco-.

Sendero primigenio #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora