—¡Nos sigue atacando! —gritaba Ron dentro de la habitación—. ¡____________, abre la puerta!

—Yo sé que ustedes lograran calmarla —les respondió mientras miraba sus manos y veía las heridas que la había hecho la ave—. Me las pagaras, Harry Potter —murmuró.

Regulus llevaba cinco minutos en su dormitorio escuchando los gritos de Ron y Hermione, le estaba molestando, no había tenido un buen día, se había peleado con Sirius, el tema: "Harry Potter".

Respiró hondo muchas veces, se estaba hartando de los gritos de esos dos mientras el recuerdo de la pelea que tuvo con padre volvían a su cabeza.

—¿Por qué te preocupas tanto? —bramo el chico después de que Sirius le volviera a decir que estaba preocupado por Harry como aquellos tres día—. Él siempre se sale con la suya. Tu hijo soy yo, no él. Debes de preocuparte por mí —dijo con ciertos celos.

—Porque solo me tiene a mí —le recordó con cierto enfado—. Debo protegerlo.

—Y yo solo te tengo a ti y no parece que quieres protegerme —atacó fríamente.

—Tú no estas en peligro en este momento —lo miró serio.

—Y cuándo lo este, ¿a quién salvarías de los dos? —ambos se miraron unos segundos en silencio—. Eso lo dice todo —y se fue, dejando a Sirius sin nada que decir.

Gruño cuando escucho a Ron gritar de dolor; se harto de solo oír los quejidos de Hermione, los quería callar en ese momento. Se levanto de la cama, salió de la habitación y camino a la habitación de Ron, deteniéndose a mitad del camino; ____________ estaba recargada al lado de la puerta con los brazos cruzados, mientras en la puerta estaba trabada con una silla para que no pudieran abrir Ron y Hermione.

Ella noto su presencia y lo miró, nadie lo había visto después de su pequeña discusión con su padre, que había sido en la mañana, enfrente de todos, lo cuál los había incomodado. El pelinegro siguió su camino y se puso a lado de la chica, que lo miró unos segundos y después al frente, mientras escuchaban los quejidos de Ron y Hermione.

—¿Por qué los dejaste ahí encerrados? —habló por fin Regulus.

—Bueno, ellos dicen ser los mejores amigos de Harry, así que lidien con su ave —alzo los hombros como si fuera obvio—. Además ya recibí mucho ataque de Hedwig por hoy.

Entonces le enseño sus manos, donde tenía nuevas pequeñas heridas de las mordidas del ave. Regulus las miró, frunciendo el ceño al verlas. Saco de su bolsillo aquella pomada que había conseguido el día anterior al ver las pequeñas heridas que tenía desde que la ave había llegado a la casa y la atacaba.

La chica se sorprendió un poco, pero la tomo, sus heridas le ardían. Intento abrirla, pero no obtuvo algún éxito, así que Regulus se la volvió a quitar con una pequeña sonrisa, la abrió y empezó a untarle la pomada por las pequeñas heridas.

___________ lo dejo, mientras miraba su rostro, notando que había llorado un poco; lo comprendía, si alguno de sus padres prefiriera a alguien sobre ella, su hija, también se enojaría.

—Yo te elegiría —habló después de estarás en silencio; Regulus la miró sin entender mientras terminaba de ponerle la pomada—. Sobre la pelea que tuviste con Sirius —explico con cierta precaución—. Si tu fueras mi hijo, yo te salvaría.

Regulus sintió demasiado cariño por aquellas palabras, haciendolo sonreír un poco. No había admitido en voz alta que de verdad le dolía ver las preferencias de su padre, porque aquel mes y medio estando ahí, conviviendo de nuevo con él y conociéndolo, le hizo tomarle cariño.

Tomorrow - Regulus BlackWhere stories live. Discover now