†Capitulo 181† Que comienze el caos

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-¡¡¡AJAJAJAJAJAJAJAJAAAAA!!!, ¡No digas estupideces, sucio salvaje!-.
Herjell no podía creer lo que había escuchado, ¿Aquella escoria se había atrevido a amenazarlo?.

¿Que quería demostrar?, ¿Que no tenía miedo de morir?,
tonterías, solo estaba divirtiéndose un poco.

Incluso el trataría de molestar lo más que pudiera a aquellos que causarían su muerte..no..sonrió y luego palmeo el lomo de Shanoóth,
lo más seguro sería que gritara y pataleara intentando salvar su vida.

¿Porque no crear un mejor vínculo con sus víctimas?.

El verdugo de larga cabellera, ojos hundidos, nariz aguileña y sonrisa lasciva..tenía en mente la mejor de sus torturas.

Una a pleno cielo, con su destacamento especial de soldados sádicos,
sus mejores hombres.

~Ojala hubiera traído a Ufrathor.. ¿pero que se le va a hacer?, el deber llama~.
Herjell se acercó más al imponente guerrero proveniente de las tierras del sur.

Lo observó con cuidado, durante más de una semana había recompensado a sus hombres dejándolo bajo su cuidado.

Fueron sus guardias los que guiaron cada maltrato, cada humillación y tortura hacia el salvaje,
el solo se limito a supervisar con gusto cada detalle.

El comerciante que trato de pedir asilo junto a su asqueroso sirviente,
el muchacho que viajo desde las lejanas tierras de Luzhian, y ahora,
el propio jefe de la escoria salvaje.

Todos ellos eran piezas importantes en su colección de víctimas,
pobres desafortunados que lamentarian mil veces el haber caído en sus manos.

Herjell se relamio los labios, deleitándose con la idea de extender la muerte del gran guerrero salvaje.

Shaelonhg había sido muy claro,
nada de tonterías, se rápido,
y vuelve cuanto antes.

Era obvio que su señor ya no le tenía nada de confianza, es más, ¿Si acaso la tuvo desde un principio?.

No..claro que no, eso era más que obvio, Herjell debía actuar acordé a lo que su amo le pidiera,
limitándose a tomar breves momentos de diversión y disfrute, cada que le fuera posible.

-Ahora si, ¿Que decías sobre el bastardo que me hara mirar a los ojos de la muerte?-.
El verdugo recorrió sutilmente la espalda de su víctima, repiqueteandola gracilmente con la punta de sus dedos,
burlón, satisfecho y confiado...

-Jkkjjaa-.
Shanoóth trato de soltar una carcajada profunda, pero podía sentir como aquel desgraciado le estaba inyectando corrientes de aire comprimido a modo de martirizar su carne.
~Que ya esta aquí..miralo con tus propios ojos~.

Pensó, y contrajo su rostro por el dolor mientras dejaba que un gargajo de sangre se deslizara por su boca contraída.

-Bien, a llegado la hora de la diversión, quiero que contemples a todos esos honorables guerreros Imperiales, todos ellos, absolutamente todos y cada uno de ellos, algún día podran poner sus sucias y asquerosas manos, sobre la inocente carne de tu gente..es cuestión de tiempo, y sera gracias a mi-.
Herjell se lo había susurrado con tanta pasión, con tanto calor y emoción, que no noto el ligero temblor en los músculos del imponente guerrero.

No noto como las facciones de su cara se convulsionaban por la furia, como su cuello palpitaba y sus venas se marcaban...

~Solo tengo una oportunidad..luego,
todo dependerá de ti, padre~.
El pequeño Elketh había estado contemplando el humillante estado en el que mantenían a su padre.

Sendero primigenio #2Where stories live. Discover now