Jennie era ahora quien se mantenía encima de ella golpeando sin parar. Moonbyul logró tocar la espada y tomándolo en un puño, golpeó con fuerza la cabeza de la castaña con la empuñadura. 

Las voces desaparecieron para Jennie convirtiéndose en ecos, su vista de nubló entre parpadeos y todo comenzó a girar e ir en cámara lenta. Cayó de lado en el suelo, desorientada. Solo lograba ver una figura negra moverse frente a ella. Jadeó ante la patada en su rostro que la hizo quedar boca arriba. La sangre resbalaba por su mandíbula al suelo.

Otro gemido de dolor cuando su vientre fue pisado con fuerza. Moonbyul la miraba desde arriba y en un gesto desagradable volvió a pisar con fuerza, haciéndola gritar.

La regla era que la contrincante no pudiera levantarse más o se rindiera, pero Moonbyul no daba tiempo ni oportunidad para saber si Jennie podía seguir, simplemente no dejaba de golpearla.

De la nada una taza de hierro le cayó en la cabeza, todas las miradas fueron a Jisoo que estaba arriba de la tribuna del lado derecho.

_¡DEJA QUE CUENTEN, IMBÉCIL! - al estar todos en silencio por observarla, se escuchó perfectamente - ¡RESPETA COMO LA DISQUE PRINCESA QUE ERES!

Rosé abrió los ojos sorprendida, ella se encontraba en el balcón real. Moonbyul simplemente bufó y se alejó de Jennie, relajó sus brazos a esperar a que la castaña le levante y mantuvo su mirada en ella, viendo que apenas y podía abrir los ojos.

El público comenzó a alentar, animando a que se levante y siga peleando. La mayoría se mantenía en silencio preocupados, los más rudos gritaban furiosos y el resto solo veía, pensando en qué era lo que les esperaba si aquella princesa, que no respeta siquiera a la princesa Jennie, ganara y reinara al pueblo. No sería bueno para nadie, solo para ella.

Jennie giró boca abajo débilmente, intentó levantarse pero volvió a caer cuando brazos no soportaron su peso. Respiraba jadeante con la mejilla en la tierra y su rostro con resto de sangre y heridas. Sus ojos se cristalizaron.

La voz de Lisa resonó en su cabeza, su mirada buscó a la pelinegra mientras la primera lágrima caía y la halló detrás de las rejas de la puerta por donde ella había entrado.

_¡Levántate! ¡Puedes hacerlo! - Lisa alentaba - ¡Vamos, Jennie! ¡Por favor! - su voz parecía querer quebrarse - ¡Puedes ganar! ¡Levántate!

Jennie asintió débilmente, el gran suspiro que salió de su boca levantó un poco de polvo y apoyándose otra vez, su cuerpo se tensó y soportó el dolor que sintió cuando se forzó en querer levantarse.

_¡Eso! ¡Vamos, Jennie! ¡Puedes hacerlo!

Las palabras de Lisa se detuvieron al ver la sonrisa de Moonbyul al acercarse a espaldas de Jennie. La castaña apenas iba a apoyar sus rodillas en el suelo, cuando fue abrazada del cuello por Moonbyul. Ella miraba directamente a Lisa al tenerla de frente y sonrió de lado maliciosamente al apretar el cuello de Jennie.

La castaña no podía respirar y trataba de liberarse, pero Moonbyul la ahorcaba con más fuerza con su antebrazo. La mirada furiosa en Lisa se hacía presente y su respiración se aceleraba. Moonbyul sonreía divertida al sentir la desesperación de Jennie por liberarse.

_¡SUÉLTALA! - Lisa pateó la puerta intentando ingresar - ¡LA VAS A MATAR! - golpeaba una y otra vez, tanto puños como patadas, incluso con su hombro - ¡QUE LA DEJES!

El rostro de Jennie estaba enrojecido, sus uñas se hundían en la piel de Moonbyul, sus lágrimas caían y la sangre de su boca ahora era acompañada por su saliva.

Moonbyul disfrutaba hacer sufrir a Jennie frente a Lisa.

El pueblo veía aterrados la escena, no sabiendo qué hacer, ellos eran nada a comparación de ellas y podrían morir si se metían. Los soldados indecisos si parar la pelea, el juez no lo paraba y si él no decía nada, ellos tampoco podían hacer algo.

La Princesa y...¿Lisa? Where stories live. Discover now