LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 353 AL 358

____________________________________

"You'er..."

En la habitación de Fu Ying, mirando al niño regordete que yacía en la cama roncando, a Huo Yelin se le iluminaron los ojos y casi se le saltan las lágrimas. Después de más de medio año, había crecido tanto, incluso más guapo que cuando estaba de su lado. Liangliang lo había cuidado muy bien.

"Nuestro hijo ha crecido."

Extendiendo la mano para sostenerle el hombro, Shen Da miró a su hijo con orgullo. Yelin lo había mantenido en secreto desde el embarazo hasta el parto. Después de que naciera el niño, apenas lo sacaban, sólo temían que los demás pudieran notar algo. Aunque el Ejército del Suroeste era conocido como el Ejército de la Familia Huo, en realidad era el ejército de Yelin, pero de los 300.000 soldados, nadie podía decir que todos fueran dignos de confianza, y habría espías de otras fuerzas mezclados. Tenían que ser muy cautelosos. Después de confirmar que la batalla final estaba a punto de llegar, Huo Yelin, como general, tenía que dar la cara. Por lo tanto, sólo podían optar por enviar al niño de vuelta a Pei Yuanlie para su cuidado.

De hecho, le había advertido específicamente que no dejara que la gente de la Mansión Dongling, incluido Liangliang, supiera de la existencia del niño. Cuando supieran que tenía un hijo, nadie sabría lo que le harían. Un niño de pocos meses nunca podría resistir sus cálculos. En cuanto a Liangliang, sabía que él mismo lo estaba pasando mal, así que no quería aumentar su carga. Inesperadamente, Pei Yuanlie siguió enviando el niño a Liangliang. El hecho demostraba que sus preocupaciones eran innecesarias. Sólo a juzgar por el tamaño del niño, podía darse cuenta de lo bien que habían cuidado de él.

"Um... Tío..."

Shen You, que dormía profundamente, se dio la vuelta murmurando y se chupó el dedo, sin mostrar signos de despertar. Fan Zhongyun, a un lado, se acercó y le ayudó a arroparse. Cuando se retiró, sonrió y dijo: "Al señorito le gusta mucho el maestro. En los primeros días después de que el maestro se fuera, a menudo gateaba hasta la habitación del maestro para encontrarlo cuando no estábamos prestando atención. Si no lo encontraba, se sentaba en el suelo y lloraba a gritos, lo que nos obligaba a cerrar temporalmente la habitación del amo. Sin embargo, de vez en cuando se subía y golpeaba la puerta con todas sus fuerzas, llamando al tío. Cada vez el tío Fu se sentía desconsolado, tenía que engatusarlo con Qi Xuan y Dabao durante mucho tiempo antes de que pudiera superarlo.

"¿De verdad?"

Al oír eso, Huo Yelin apartó ligeramente a su marido y se sentó junto a la cama. Extendió sus delgados dedos y rascó suavemente su cara lateral, con un fuerte sentimiento de amor paternal en sus ojos. Era bueno que le gustara su tío, porque su padre también quería a este hermano menor. En el futuro, padre e hijo podrían proteger juntos a Liangliang.

"¿Por qué no lo llevamos a nuestra habitación?"

Al verle sentir tanta lástima por el niño, Shen Da sugirió de repente, y Huo Yelin giró inmediatamente la cabeza y dijo: "De acuerdo."

"Bueno..."

Fan Zhongyun los miró avergonzado y dijo lo más cuidadosamente posible: "Me temo que llorará cuando se despierte mañana por la mañana si los ve a ustedes, que ahora son como extraños para él. ¿Por qué no tratan de estrechar más lazos con él durante el día y le dejan dormir con ustedes mañana por la noche?"