¿La muerte es una escapatoria o una salvación?
Para ella, un deseo.
Un deseo que con los cortes y las torturas se vuelve cada vez más intenso. Casi tanto como el amor de dos jóvenes amantes.
Su muerte es su deseo más lujurioso y al mismo tiempo e...
La luna estaba en su punto más alto cuando fue encontrada.
La luz bañaba su pálida piel que se filtraba por el inexistente techo de aquella mansión hecha ruinas.
Admirar su belleza bajo su mirada despectiva era casi asfixiante.
Cada paso que dabas hacia ella era mortal y cada segundo en el que te quedaras en aquella mansión era una sentencia de muerte.
Como si de una casa embrujada se tratase.
La energía maldita que emanaba aquel lugar era pesada, densa, pocos podían mantenerse de pie sin dificultad. Veas por donde lo vieras tu vida peligraba en cada rincón de aquel lugar.
Porque cada centímetro de aquella mansión estaba rodeado de maldiciones con un solo propósito. Descuartizar cada parte de sus cuerpos y darles la muerte más dolorosa que se le pudiera dar a un ser humano.
Gojo Saturu en aquel momento, ante las miradas expectantes a que tomara acción, pudo ver con sus seis ojos que la chica bañada por la luz de luna no era una maldición pero tampoco era una hechicera.
Su mente estaba confundida, tenía grandes cantidades de energía maldita en su cuerpo pero al mismo tiempo esta se camuflaba a pequeños lapsos.
Mientras sus ojos intentaban entrar en su ser y descubrir quién era, ella los miró con ojos cansados, sonriendo mientras hablaba.
—¿Ustedes también vienen a descuartizarme?
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