01 · Dos Dragones

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"𝒟𝑜𝓈 𝒟𝓇𝒶𝑔𝑜𝓃𝑒𝓈"

Cuando Alyssa Targaryen se enteró que daría a luz a dos hijos, sabía que estarían destinados a grandes cosas y que juntos no tendrían límites, serían los Targaryen más poderosos de la historia.

El día del parto, Alyssa se enteró que gestó a un niño y una niña, a quienes llamó Daemon y Alyssane, como su madre. Cuando los vio, notó cómo el pequeño Daemon trataba de inclinarse hacia Alyssane, pensó que quizás se habían acostumbrados a estar unidos en su interior y ella misma los juntó más.

—Espero que estén unidos para siempre, mis niños—les acarició las manos—Sin importar lo que pase—Alyssa besó las pequeñas manos de sus hijos, luego de acostarlos juntos en la cuna.

7 AÑOS DESPUÉS.

—Es injusto—la pequeña Alyssane miró a su hermano Daemon, quien con agilidad redactaba en alto valyrio cuando recién habían celebrado su séptimo día del nombre.

—¿Qué Aly?—Daemon levantó la vista de su papel y la miró con atención.

—No puedo escribir como tú—Alyssane hizo una mueca de tristeza, quería llorar—¡Soy una tonta Daedae!—chilló entre lágrimas.

Daemon se puso de pie rápidamente y movió su silla más cerca de la de su hermana para ver qué estaba tratando de escribir.

Alyssane lloraba desconsoladamente y en ese entonces, Daemon ya daba señales de tener poca paciencia.

—Si sigues chillando como un perro, ¡no te puedo ayudar!—le gritó Daemon.

Alyssane lloró aún más fuerte, se puso de pie y salió corriendo del salón en donde ambos estudiaban.

Daemon sintió dolor de estómago y una extraña presión en el pecho, no le gustaba ver llorar a su hermana y por eso la hacía callar.

Ella era mala para los estudios, pero era buena para controlar a su joven dragón y corría rápido. Por otro lado, Daemon era bueno en todo, aprendía rápido y a pesar de llevar poco tiempo entrenando, estaba demostrando haber nacido con evidentes habilidades físicas . Lo único en lo que ambos eran igualmente buenos, era cuando se trataba de volar.

"Viserys es malo en todo y vive feliz, no se preocupen" decía el Rey Baelon a sus hijos a modo de juego de vez en cuando, logrando que ambos hermanos rieran y que la Reina Alyssa los mirara mal.

Alyssane llegó a sus aposentos y lloró hasta quedarse dormida, a los minutos, unos toques en su puerta la despertaron.

—Adelante—habló somnolienta.

La puerta se abrió, era Daemon. El pequeño Targaryen se acercó a la cama de su hermana y se acostó a su lado, mirándola de frente.

—No me gusta que llores Aly—él habló y le tomó la mano—Cuando tú lloras, yo también siento ganas de llorar—no le había gustado confesar eso—¡Y llorar es para tontos, Alyssane!—levantó un poco la voz.

La pequeña esbozó una sonrisa.

—Y cuando estás feliz...—continuó Daemon—Yo también lo estoy—él no entendía por qué le pasaba eso—Es como si....—no encontraba las palabras para explicarse—Es como si yo sintiera lo mismo que tú.

—Daedae—habló Alyssane con calma—Tengo frío, ¿tú también tienes frío?

Daemon pensó en gritarle por qué no se abrigaba, pero en cambio, prefirió tomar una manta que había a los pies de la cama y tapó a su hermana.

—Hice tus deberes—informó Daemon.

—¿Mis deberes?

—Escribí en tu hoja cuando te fuiste, traté de copiar tu letra—se recostó nuevamente junto a ella.

Sangre Targaryen || Daemon x OCTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang