Parte única

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8 de noviembre–Kim RokSu

Edad: 7 años

Hoy el pequeño niño pelinegro puede ver un pastel frente suyo, con un glaseado de crema blanca apetitosa y chocolate que decora el pastel de manera deliciosa, puede sentir el aroma dulce que emana el pastel y siente la saliva que pasa por su garganta al oler el aroma.

Si, hoy RokSu puede ver un pastel, pero un pastel a través de una ventana enorme de vidrio.

Algo que no está a su alcance.

RokSu hoy regresó de su escuela y decidió pasar cerca a la pastelería, sólo para tratar de imaginar cómo pasaría su octavo cumpleaños si tan solo tuviera una vida normal.

Quizá sus padres le habrían comprado un pastel igual al que ve, lo habrían decorado con 8 velas y le habrían cantado antes de que pidiera un deseo para luego soplar las velas.

Quizá habría traído amigos a casa, para compartir con ellos la alegría de su día especial.

Quizá habría recibido muchos regalos, entre ellos probablemente le darían juguetes o ropa de su tamaño.

Si, quizá habría pasado muchas cosas buenas.

Pero ahora lo único que puede hacer es desear un pedazo de pastel a través de una ventana gigante e imaginarse el sabor gracias a los ductos de ventilación que hacen que el aroma vaya directo a su pequeña nariz.

Hoy Kim RokSu puede hacer lo que siempre hace, soñar, pero no puede hacerlo demasiado, porque seguramente la realidad lo arrastrará abajo de la manera más cruel.

Con un resoplido en los labios, RokSu aguanta el gruñido de su estómago y continúa su camino.

Aunque hoy sea un día especial para él, no significa que sea un día especial para el resto, de modo que debe regresar a hacer lo que siempre hace.

Luego de la escuela él tiene que asear la casa donde vive, buscar comida en la despensa y en caso de no encontrar comida, debe idear a cómo prepararse una, lo que lo lleva a solo comer una rebanada de pan.

Y el comer pan no es una excepción el día de hoy.

No, claro que no.

Después de llenar su estómago, o tan solo contener su hambre, debe hacer las actividades que le dejaron en clase.

RokSu, de hecho, es muy inteligente, la profesora lo elogió varias veces y aunque no lo muestra en su rostro él es muy feliz por esos pequeños elogios.

La tarde no es diferente a otras, el tiempo transcurre rápido y una emoción que no debería acompañarlo a una edad tan temprana se asienta en su pecho.

El reloj pronto marcará las 22:00 pm y él sabe que debe buscar donde esconderse antes de ello, puede sentir su cuerpo temblar cada que el minutero del enorme reloj en la sala se mueve, mira rápidamente a los costados asegurándose que todo esté en orden.

Ya lavo los servicios sucios, limpio el polvo y paso con un trapo los mesones, lo hizo tantas veces que está tan reluciente.

Hoy no hay error, al igual que otros días, pero RokSu se aseguró que específicamente el día de hoy sea incluso más perfecto que otros, tanto que incluso desempolvó las paredes y debajo de los muebles.

Cuando el reloj llega a las 21:56pm, RokSu corre rápidamente a su habitación, mira el enorme armario que siempre lo acogió, con delicadeza se esconde entre un par de cajas viejas y usa ropa para taparse.

Pronto él llegará, pronto su tío estará en casa y no es una buena opción que RokSu esté afuera.

Aún escondido dentro de su armario su oído se volvió tan agudo que escucha la puerta de entrada abrirse, puede escuchar como su tío se quita los zapatos y camina hacia la cocina donde eventualmente buscará su bebida para embriagarse.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2023 ⏰

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