Única parte.

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El cielo sólo está alumbrado por las luces bulliciosas que la ciudad ofrece en las noches ocupadas como esa. Libres y en las que nadie realmente sobrepiensa demasiado las cosas, dejando que sus cabezas giren y que sus bocas pronuncien palabras que en un estado más consciente considerarían verdaderamente sucias e inapropiadas. Las sombras en las calles parecen ocultar secretos en cada una de las paredes que las rodean y el centelleo pobre de las estrellas en el plano negruzco del espacio es un contraste firme al atardecer colorido que apenas unas horas atrás ocultó al sol.

Barcelona es un tumulto de sonrisas y calidez que a Louis podría interesarle más si no estuviera completamente ausente de todo lo que le rodea. La brisa del exterior le acaricia los pómulos y le mueve el flequillo un poco, apenas lo suficiente como para que tenga que acomodarlo delicadamente con las puntas de los dedos de su mano libre. Sus finos labios se envuelven en el filtro anaranjado del cigarro que ha prendido hace un minuto, inhalando en una calada profunda que le llena la boca de humo para después botarlo con desgano. Los antebrazos le duelen un poco por recargarse en la barandilla metálica que recorre el borde del pequeño lugar, pero él no le da importancia cuando parece que todas las extremidades se le han adormecido ligeramente, y simplemente se fija en cómo el humo que exhala deja de ser una nube espesa para pasar a ser un céfiro que desaparece rápidamente.

Puede escuchar el escándalo que la "fiesta privada" causa en el interior del piso en el que se encuentra. Los sonidos que producen los vitoreos de los invitados presentes son algo enredados y la música que se reproduce dentro aún le retumba en los oídos en una vibración molesta, por lo que se alegra de haber salido por un poco de aire al único balcón disponible en aquel enorme y desconocido apartamento.

Supone que ha tomado la decisión correcta al estar consciente de que probablemente iba a terminar cometiendo o diciendo alguna estupidez si no lograba apartarse de todo, demasiado susceptible a explotar cuando en los últimos meses no ha podido tener ni un sólo momento de paz y sinceramente un segundo más allá dentro lo iba a hacer colapsar.

Se ha contenido hasta su límite y aquello sólo puede resultar en un desastre que él en verdad quiere evitar porque simplemente no puede darse el lujo de romperse tan fácilmente.

Louis está cansado de pretender que no está enormemente afectado por la decisión que ahora lo ha privado de dormir pacíficamente en numerosas noches, y aunque a final de cuentas ha sido un arreglo en el que todos los involucrados estuvieron de acuerdo, es obvio que le ha llegado más profundo que a cualquiera.

No es ningún secreto para nadie que él fue el primero en oponerse a la idea de darse un descanso. Estaba ansioso por saber qué más les deparaba como agrupación, qué otras cosas podrían lograr ahora que tenían la confianza para decir y escribir lo que pensaban al verter todos sus sentimientos en sus canciones, cuántos escenarios más conquistarían juntos, cuánta gente podría apreciar su unión y lo bien que trabajaban los cuatro en conjunto.

Pero los demás se opusieron.

Dieron sus razones en reuniones largas y tediosas. De alguna forma convencieron a la junta de directivos y managers que habían vigilado minuciosamente cada uno de sus movimientos por los últimos cinco años al decirles que en realidad no veían cómo era que sus caminos podrían seguir unidos en el futuro en cuanto a sus carreras musicales, y Louis solamente pudo morder su labio inferior y asentir a todo en silencio cuando se llegó a un veredicto. Temeroso de soltarse a llorar ahí mismo frente a las mismas personas que lo habían moldeado precisamente para mostrarse frío e indiferente ante cualquier situación pública que lo mortificara por dentro.

Es verdad que no puede culpar a ninguno de los otros por querer dejar todo el asunto de la banda atrás, él mismo había recibido tratos hostiles, palabras de desprecio y miradas llenas de desdén por el simple hecho de querer más de lo que se le era permitido en ese mundo en donde la libertad a veces parecía un espejismo imposible con el que sólo podía encontrarse en sus sueños. Pero ninguna de esas cosas ni demás argumentos le parecían razón suficiente para tener el deseo urgente de abandonar todo por lo que habían trabajado después de tanto.

All tumults and feelings. ➤ louis osWhere stories live. Discover now