Capítulo 1: Despedida y una Nueva Aventura.

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 Dione, sabiendo que su hermana viajaría al día siguiente, decide, tras una larga conversación con sus padres, que era el momento de darle a Maryam el collar familiar.

Ella entró en la habitación de Maryam y la encontró de espaldas a la puerta. Maryam, estaba haciendo la maleta y revisando que no se le olvidara nada.

Dione, se acercó a su hermana y le colocó el collar, el cual parecía uno muy simple a la vista de la gente, pero no todo es lo que parece.

-Dione, me has asustado- le comento Maryam, quien tenía la mano en el pecho, intentando regular su respiración.

-Perdona pequeña, te he visto tan concentrada que no quería molestarte. - le contestó la hermana mayor

-Estoy muy nerviosa, es mi primer viaje a Granada-

-Tu tranquila, todo estará bien. - le contesto Dione.

Maryam, cogió el collar entre sus manos y observó la piedra.

Es un obsequio familiar, todos lo tenemos. Se le otorga a cada miembro de la familia, antes de su primer viaje a Granada. - le comento Dione.

Tras esta conversación, ambas hermanas se dedicaron a hacer la maleta y a revisar que todo estuviera listo para el día siguiente, mientras conversaban de sus cosas.

Después, bajaron a cenar con sus padres y Maryam, tras la cena, subió a su habitación para darse un baño relajante y ponerse su pijama.

Tras una noche llena de emociones, Maryam se fue a dormir pronto para poder descansar bien antes del viaje que la esperaba. Pero esa noche, soñó algo extraño.

En su sueño, había una chica más o menos de su edad, que se encontraba en la inmensidad de un desierto. La chica de nombre desconocido, parecía perdida, ya que miraba a su alrededor, sin encontrar el camino a casa. De repente, de un lugar remoto de aquel misterioso desierto, aparecieron tres hombres a caballo, uno de ellos, ya mayor, ejercía de líder de los otros dos hombres de apariencia más joven. La adolescente, al ver semejante percal, huía despavorida lejos de esos hombres, pero estos llegaron de manera rápida a su altura, cortándole el paso. Dichos hombres, fueron desmontando sus caballos. El primero que se bajó, fue uno de los chicos jóvenes, un hombre de cabello azabache, piel tostada por el sol del desierto y unos ojos verde esmeralda, que dejó impresionada a la joven. Momentos después, se bajaron el hombre mayor, que parecía su padre, y el otro chico, que por su apariencia física, la chica diría que este último sería de su edad o un poco mayor, pero menor que aquel que desmontó primero. De la nada, todo parecía volverse blanco y, Maryam pudo abrir los ojos, debido a la luz que entraba por su ventana.

Al ver que era ya de día, corrió a vestirse, dado que se había duchado la noche anterior, con la ropa que había escogido junto a su hermana, para la excursión. Al ser un viaje de más de un par de horas, decidieron que lo mejor sería vestirse con la ropa más cómoda que pudiese, pero que no fuera de estar por casa, ya que iban casi todos sus compañeros de curso. El vestuario que había elegido constaba de una camiseta de tirantes negra y fina de una estatua de un ángel caído, unas mallas del mismo color pero brillante, unos calcetines de su casa favorita de Harry Potter: Slytherin y sus preciadas converse negras.

Maryam, se peinó su larga melena hasta la cintura de color negro azabache y se hizo una trenza de espiga de lado para que no le molestara al dormir de camino al colegio ni en el autobús, aunque la decoró, con algunas cuentas plateadas con motivos árabes, con ayuda de su madre, quien revisó si ya estaba despierta.

Encima de dicho conjunto, llevaba una sudadera morada, en la que ponía en colores azules, rosas y lilas, en tono pastel , "California" y encima de está, el abrigo del club deportivo del colegio, ya que años anteriores, había estado en el equipo de natación.

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