Capítulo 2: ¿Podré controlar lo que siento por ti?

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¿Qué pensarían ustedes si la persona con la que convives te ignora?

Eso me esta pasando a mi. Hirano Taiga, 17 años de edad.


Si antes sentía que me evitaba, ahora es más evidente.

—Kagi-kun, te gustaría comer mitarashi dan...— veo como la figura de Kagi-kun desaparece en un abrir y cerrar de ojos. ¿Y ahora qué le pasa? 

Me froto las sienes angustiado. Estoy desesperado con este chico, me está causando un montón de problemas. La verdad es que no nos hablamos mucho últimamente y eso no ayuda en nada. Estamos en plena época de exámenes y eso hace que no podamos vernos tanto como quisiera. Además, con las prácticas del club y los estudios, es imposible acercarme a él.

Cada vez que me acerco a él me siento rechazado. Pero esta vez no se escapará, después de que termine sus prácticas de baloncesto, lo esperaré en la habitación. Sé que volverá porque piensa que estoy en clases extras y aprovechará que no estoy para cambiarse de ropa. Incluso podría decirse que faltó por este chico, pero necesitamos aclarar esto.

Me escondo detrás del armario, con el corazón latiendo rápidamente, esperando a que él entre a la habitación. Si me ve, seguramente huirá, así que mantengo la respiración y espero pacientemente. Finalmente, lo veo entrar y dejar sus cosas en su cama y escuchó un pesado suspiro. Es el momento perfecto. Salto desde atrás con un abrazo sorpresivo.

—¿¿Hirano-san??— siento su cuerpo contraerse, hasta juraría un pequeño sonrojo en sus mejillas.

—¡Te tengo! así no huirás— lo miró desafiante y un poco arrogante— ¿Por qué estás huyendo de mi?

A pesar de su fuerza y tamaño, él lucha por liberarse de mi agarre. Sin embargo, no debería subestimarme, soy bueno en artes marciales o combate cuerpo a cuerpo, el Yudo es mi especialidad.

De un movimiento rápido lo tiró al suelo de la habitación quedando arriba de él, inmovilizadolo. Sus ojos se posaron en mí, oigo como traga fuertemente.

Se que esto es un poco rudo. He tratado otros medios en esta semana y ninguno funcionó, esta es mi última estrategia.

Veo que mira hacia a sus costados buscando una salida, me siento arriba de su abdomen mientras sostengo sus manos.

Presencio cómo entra en pánico, notando incluso cómo su rostro se torna ligeramente sonrojado. De pronto, se queda exclusivamente quieto, como si hubiera perdido las ganas de zafarse del agarre. 

—Escucha, te voy a soltar. Pero por favor, no huyas de mí, solo quiero saber que ocurre contigo— le sostengo la mirada y me apresuro a decir —o ¿hay algo que he hecho mal?—

—¡No! Hirano-san no ha hecho nada malo.— responde Kagi-kun en voz alta. Lo miró inquisitivamente para que continúe. Siento como se incorpora, el quedando sentado y yo en su regazo. Siento sus manos envolverse en mi cintura.

Una vez más, me encuentro con esa mirada penetrante, suplicándome algo que simplemente no logro comprender.

—Es solo que últimamente me encuentro en mi límite.

Trato de no retroceder y escucharlo atentamente, a pesar de todo lo que está pasando él es una persona muy importante para mi. 

Hirano-san me gustas—.

—Claro Kagi-kun, también te aprecio como mi kohai.—. Pero en lo más profundo de mi ser, siento una mezcla de emociones difíciles de describir.

—¡No lo digo en ese sentido!— Yo, yo... realmente siento que me estoy volviendo loco por ti.—confiesa, dejando escapar sus emociones sin reservas. Mi mente se nubla y mi respiración se vuelve irregular. ¿Cómo puedo responder a esto? ¿Qué significa exactamente para él estar "loco" por mí?

Sus manos, que antes rodeaban mis caderas, se elevan suavemente hasta llegar a mis mejillas, sosteniéndolas con ternura. Puedo sentir el calor de su tacto en mi piel y el brillo singular en sus ojos, que adquieren un tono similar al cobre. En ese momento, una mezcla de emociones nuevas se mezclaban entre sí.

La cercanía entre nosotros se intensifica y puedo percibir la electricidad en el aire. Mi corazón late con fuerza mientras intento comprender la magnitud de lo que está sucediendo.

—Me gustas Hirano-san, trate de reprimirlo todo este tiempo y que vivamos juntos no me ayuda en nada. — su voz se oye desesperada pero entre susurros tímidos, su hermosa voz llena la habitación.

Siento su palma recorrer suavemente mi mejilla, como si estuviera acariciando algo extremadamente delicado. Sus dedos se deslizan con ternura, moviendo los mechones de mi cabello que caen sobre mi rostro y los colocan detrás de mi oreja.

Tus bellos ojos, tu cuello, tu pelo, tu boca y tu cuerpo. Todo en ti deseo tocar. Se ha vuelto tan intenso que incluso a la noche en sueños no puedo evitar encerrarme en el baño tratando de calmarme. Estoy sufriendo Hirano-san. —

Sus palabras me dejan sin aliento, y puedo sentir el peso de su angustia en cada una de ellas. Ahora entiendo. Recuerdo esa tarde en la que Sasaki y Ogasawara me preguntaron sobre nuestra relación. Más allá que me preocupe por él sé que algunas acciones no eran necesariamente dirigidas hacia una relación académica kohai-senpai. 

—Hirano, ¿de verdad crees que intercambiar regalos y hacerle una fiesta sorpresa en su cumpleaños es algo normal entre un superior y un junior? Te tomas muchas molestias por él, incluso le das un trato especial todo el tiempo.— alego Ogasawara. 

Solo atine a pensar que —"solo quiero hacerlo feliz"— no importa lo que piensen los demás. Me bastó para estar con él y seguir siendo compañeros de cuarto.

Pero ahora me encuentro en una posición diferente. Jamás he tenido novia o una relación amorosa. Poco y nada se de relaciones, pero lo único que pensé en ese momento al ver a Kagi-kun fue "no quiero lastimarlo". Kagi-kun se ha convertido en una persona muy apreciada en mi vida y no quiero perderlo.

¿Puedo ser un poco egoísta solo esta vez?

Hirano To KagiuraWhere stories live. Discover now