EPÍLOGO.

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Recuérdame en esos momentos en los que creíamos que el amor era el único poder de salvación. Recuerda mi cuerpo desnudo, como tus dedos recorrían cada centímetro de mí, como me tomabas en esas noches de largas horas entre los dos. Recuerda los latidos de mi corazón cuando te acostabas sobre mi pecho. Recuerdo todo lo bueno, todo lo justo y sincero que fuí.

Si te hace sentir mejor, cúlpame de todo. Dile a todo el mundo que fuí el villano, que mis tristezas lograron controlarme, diles que te rompí el corazón, que no merezco tu perdón…

Te amé, eras un sueño hecho realidad, pero yo aún era un desastre, mis heridas del pasado aún sangraban y no había nada que tú pudieras hacer. ¿Me arrepiento? Todos los días, el amarte y no tenerte es el castigo que me tocó.

Encontraron mi cuerpo.
Las flores lo cubrían, la sombra de los árboles lo ocultaban.
En aquel lago, en ese lugar morí amándote.
El bufón murió esperando a su rey, pero él nunca llegó…

BUFÓN: POEMARIO LÍRICO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora