La sobriedad es mi estado alterado de conciencia, cómo si fuera un ser superior
que realmente siente, sufre y entiende.
La sobriedad es tortura, la soledad es castigo, la ambigüedad de mis decisiones me persigue, como el perro a una oveja cualquiera, a veces me muerde, a veces me ladra, pero siempre que veo sus ojos siento el abismo que reflejan mis propios odios.
Me ayudo de cualquier arte para sobrellevar mi absurda existencia, me atasco de conocimiento inútil, de lo que encuentre, de lo que tenga enfrente, no soporto mi mente, el ambiente a la gente.
comparto el destino de muchos, la nada, el olvido, la miseria, la tristeza, a veces amo, a veces sonrió, bailo y vuelo. pero siempre como todos caigo y me revuelco en mi propio vacío, sin energías para volver a levantarme.
Mi ser superior se odia y se ama, se confunde y solo se distrae y se distrae y se distrae, no sabe qué hacer con el poder que se le otorgó de guiar una vida, de desarrollar un algo, de encontrar motivos o metas, de subir la piedra la piedra una y otra y otra vez.
La sobriedad es tortura y divinidad a la vez.
-Gissel Serrano
