✖Capítulo 1✖

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Que asco de mujer es lo primero que digo cuando salgo de mi casa a regañadientes.

Estaba harta de que mi madrastra se hiciera la tonta cuando quería algo y, así mi padre le daba dinero para comprárselo. ¿Este hombre está ciego? ¡Cómo no se puede dar cuenta de que esa zorra le está sacando el dinero!

Sé que es una cazafortunas, o más bien, de las que va robando. Está con mi padre por su dinero y sus propiedades; coches, empresas, casas, etc. Lo sé porque hubo un día en el que salí un rato a tomar el aire a mi sitio favorito, un laberinto que hay al lado de mi casa, y las escuché hablando de sus deseos y adquisiciones.

Cuando mi padre se iba a trabajar, ella me empezaba a dar órdenes a lo loco, como si yo fuera una ama de casa.

Lo que hacía yo era salir de allí, e ir al laberinto, como estaba haciendo ahora. Desde pequeña, he venido con mi padre, este era nuestro sitio secreto. Uno de nuestros objetivos era llegar a la misteriosa fuente que supuestamente se encontraba si llegábamos bien al centro. Nunca lo habíamos logrado.

- ¡Ay!- me dejo caer con la mano en el tobillo.

Me había dado con una pala partida por la mitad en todo el tobillo. Se me había hinchado un poco pero supuse que en unos días se me quitaría el hinchazón, y más cuando me ponga la bolsa con cubitos que siempre guardábamos en el congelador de la cocina.

De repente, cuando consigo ponerme de pie, mi mirada se fija en una fuente grandísima con chorros de agua alrededor.

¡Lo había logrado!

En cuanto me hube recuperado del leve dolor del tobillo, eché andar a paso ligero para llegar cuanto antes a la mansión; sí, era una mansión. Tenía que contarle a mi padre que había logrado terminar el laberinto.

-Papá papá-grito cuando entro corriendo en su busca.-Papá lo he conseguido.

Busco por todos lados y nada, no lo veo, ni a él ni a nadie. Al cruzar el pasillo principal, veo a Isa ,mi hermanastra,y decido preguntarle que dónde se encontraba todo el mundo.

-Tu..padre está en el hospital.

Se me cae el alma al suelo cuando escucho esas palabras inimaginables.Cojo la bici y salgo dirección al hospital.

Cuando llego al hospital, estaba todo el mundo en la sala de espera ya que no les dejaban entrar.

Intento entrar yo pero tampoco me dejan.Mi padre me ve desde el interior de la habitación, por las ventanas transparentes, y le hace unos gestos con la mano al doctor para que me dejase pasar.

Y así fue, aunque no sé muy bien si me había dejado porque se lo había pedido por favor el que estaba apunto de morir o porque estoy llorando y siente cierta pena por mí.Pero eso ahora no es lo que importa.

-Papá-lo abrazo cuidadosamente acompañada de mis llantos.

-Cariño ,esto es ley de vida.- su pequeña sonrisa nunca fallaba.

-Pero solo tienes 32 años... te queda mucho por hacer, quería enseñarte el recorrido del laberinto.

-¿Lo has logrado?

-Si.

La máquina empieza a pitar y sus latidos van disminuyendo.

-Cariño ,se que esta no es la madrastra que tu madre hubiese deseado para tí, pero por favor apesar del odio,hazle caso, esta mujer es muy peligrosa...busca soluciones, se que tú puedes hacerlo-me dice tosiendo.

-¿Una solución?¿Cómo cual?

Se arranca el colgante ,me lo coloca en la palma de la mano y a continuación,me la cierra; me da un tierno beso como el que me daba todas las noches después de cantarme esa bella canción.

-Busca a alguien que te quiera de verdad.Busca a alguien que merezca tu amor.Sobre todo,busca a alguien que sienta por ti el más puro amor como yo lo sentí por tu madre.

-Gracias papá - sonrió-pero ahora dime¿Qué puedo hacer para tener una vida normal sin que esa mujer y su horrible y espantosa hija me amarguen la vida?

-Ser generosa y tener valor.

-Te quiero-le beso tiernamemte en la frente.

Despues de 5 bellos minutos hablando con mi padre vuelve a sonar la maldita máquina; cada vez le disminuían los latidos del corazón.Cuando apenas tenia pulso,me dice:

-Re cuer da siem pre ,-tose-se ge ne ro sa y so bre to do ten ...

Pero nunca acabó, sus ojos se cerraron antes de que él pronunciara la palabra más importante para él:

- Valor-rompo a llorar.

En tan solo dos segundos,la habitación estaba llena de médicos.

Cuando veo que iban a venir a por mi,me acerco y le susurro a mi padre.:

-Terminaré por ti ,lo que tu no pudiste terminar.Cumpliré todos tus sueños. Seré generosa,y sobre todo tendré valor.

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¡Capítulo editado!

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No Hay Nadie Como Tú | EDITANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora