18. El día siguiente

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-Una verdadera competidora no puede perder el hábito de la responsabilidad - su intento por hablar inglés fue demasiado gracioso pero me vi obligada a mantenerme seria.

-¿Disculpa? -

-Alguien que queda en décimo lugar no puede relajarse y llegar tarde cuando quiere - ladeó la cabeza alzando ligeramente las cejas.

-Primero, mi vida no es de tu incumbencia - me levanté de mi asiento y la cabeza me martilló - Segundo, si mal no recuerdo tu nombre no estaba entre los diez primeros - estábamos a la misma estatura pero al escuchar mis palabras la vi encogerse ligeramente - En conclusión ¿estabas detrás de quién? - esperé su respuesta pero solo frunció su entrecejo con fastidio - ¿ahora el gato te comió la lengua? O simplemente no quieres admitir que llegué delante tuyo -

-Eso no quita que tus malos hábitos te... -

-Y tampoco es correcto que una "buena" competidora se deje llevar por sus celos solo para menospreciar a quienes lograron algo que ella no pudo -

-лиса - no entendí lo que dijo pero asumí que me estaba maldiciendo. Se dio media vuelta y sus dos "amigos" la siguieron fulminándome con la mirada - ¿Qué acaba de pasar? - preguntó Dominic con rostro preocupado -Ni yo tengo idea - me volví a sentar masajeando mis sienes.

-La juzgó por llegar tarde poniendo de excusa que llegó en décimo lugar en la primera clasificación - Luis no dejó de mirar al grupito que se alejaba. Tenía la mandíbula apretada y los nudillos blancos, pero uno de ellos estaba más apretado que el otro y noté una venda alrededor de su muñeca.

-Igual se ve linda estando enojada - los ojos de Mateo no dejaban de ver a Petrov mientras se alejaba del comedor - Algún día aprenderé a hablar ruso y así la conquistaré -

-¿Es rusa? - preguntó Luis esta vez a lo que Mateo asintió - Tatyana Petrov, diecisiete años, hija de uno de los millonarios más respetados en Rusia, una belleza andante. Centro de atención por donde vaya, conocida por no seguir el legado de los Petrov dedicándose todo su tiempo a su pasión, los autos -

-¿La acosaste? -

-No mi querido amigo, solo quise averiguar las debilidades de mi "rival" - apoyó los codos sobre la mesa con una sonrisa algo torcida en la cara.



-No doy más - me apoyé en la baranda de la escalera - Siento mi corazón en la boca -

De último momento nos avisaron que tendríamos un entrenamiento físico para evaluar nuestras condiciones. Pensamos que sería simple pero nos llevaron al quinto piso del edificio y nos adentraron en una sala con muchos aparatos raros parecidos a los que hay en un gimnasio.

Primero nos hicieron correr con unos chupones el ciertas partes del cuerpo que llevaban información a una especie de máquina que registraba números rápidamente. Luego nos hicieron meter la cabeza dentro de una piscina y aguantar el aire lo más que podamos, después llegaron a lo que yo llamo: las pruebas de reacción. Nos agruparon de tres y nos metieron a una especie de cabina indicándonos un color a cada uno, dicha cabina tenía botones en todas las paredes que se encendían de distintos colores, entre ellos los que nos habían asignado. El propósito de este era reaccionar lo más antes posible para golpear los botones que marcaban nuestro color y acumular cierto puntaje. El siguiente ejercicio trataba de verificar la fuerza que teníamos en cada brazo jalando una cadena con cierto peso amarrado que iba aumentando según tus capacidades.

-Necesito una ducha urgente - subí los últimos escalones hacia tercer piso y caminé con desdén hacia mi habitación, abrí la puerta y dejé mi teléfono en mi cama, agarré una toalla y me metí a la ducha, me deshice de mi ropa y me ubiqué debajo del agua. Mis músculos se relajaron por completo y solté un largo suspiro, me senté en el suelo de la bañera y esperé a que esta se llenara para apagar la ducha y hundirme en el silencio de la habitación, tan solo mi respiración.

Inquebrantable (en proceso)Where stories live. Discover now