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Desconozco la idea de cómo empezar estas cosas... pero hay algo en lo que sí tengo experiencia, y es en la exploración urbana.

Hace meses que he comenzado a vagar por lugares vacíos y que la naturaleza ha reclamado. Estas cosas pueden vaciar la mente, aunque no lo parezca: cuando llegas nuevamente a la sociedad, te sientes mejor contigo. O al menos así me siento yo.

Suelo hacerlo en solitario, ya que con compañeros me exaspero un poco; no me malentiendan, me gusta la gente - al menos unas pocas personas- pero no me gustan los contratiempos y esas cosas, eso es lo que sugiere para mí ir con alguien.

Además, es difícil conseguir a alguien que le guste este tipo de cosas.

Me dirijo a una nueva zona boscosa, ya que son más de mi gusto... estoy divagando, me disculpo si te aburriste un poco. Así es como llegamos a esto.

La cámara graba perfectamente: la zona esta rodeada de cientos de árboles, delgados y sin hojas, cada paso que doy hace crujir las finas hojas del suelo, y tengo cuidado de que no haya algún hoyo que no se distinga del suelo y pueda hacerme tropezar. Sigo caminando, el vídeo continúa y dudo si ya para este punto debería presentarme, aunque hayan pasado bastantes minutos en el silencio del bosque, con algún que otro ruido que haya provocado un animal o mis propios pasos.

-Sé que podrías estarte preguntando hacia dónde vamos, pero no te preocupes, pronto vamos a llegar - Comienzo a narrar para el vídeo, queriendo sentirme un poco interesante. Mientras caminamos, hace un poco de frío, pero agradezco la bufanda alrededor de mi cuello y los rayos del sol que, aunque débiles por las nubes, dan aunque sea un poco de calor.

El silencio aunque sea tonto se me hace un poco incómodo, así que me preparo para retomar el vídeo que continuo grabando, puesto que me gusta ver en vídeos los sitios a los que he ido. Así incluso noto detalles que no había visto antes. Me gusta un poco lo paranormal y bizarro.

- Quizá este vídeo le sea mostrado a alguien, así que me presento. soy...-

Y abruptamente me callo al oír el estruendo ensordecedor, me volteo y puedo verlo: uno de los árboles se ha caído. Hay un silencio sepulcral ahora, cómo si los demás árboles diesen su pésame a aquel árbol que ha caído.

Me toma unos segundos recomponerme del susto y me acerco lentamente a observar y grabar mejor lo sucedido. Este árbol tiene encharcamientos, típicos de cuando un árbol se va a caer, también tiene rajaduras. Sigo mirando, grabando con cuidado. Observando mejor el árbol, noto que sus rajaduras parecen ojos, y hago una mueca al instante. Mi mano se detiene y ya no quiero seguir velando por un árbol muerto. Decidí retomar el camino.

Si hubiese estado más atrás cerca de ese árbol en específico...

Bueno, realmente no sería capaz de hacerme mucho daño (o eso creo). Al final del día, todos los árboles de esta zona son increíblemente delgados, aunque no quita la inquietud sobre ellos.

Ahora que lo pienso y veo mejor, todos estos árboles tienen rajaduras semejantes a ojos y, honestamente, no me gustan.

Sé que son árboles, y nada más. Pero, siento que... me observan

Adelanté el paso y me adentro más al bosque. El silencio permanece.

Acaricio mi nuca. Me genera malestar pensar que me están observando, siempre ha sido así. Estos árboles me parecen más inquietantes que antes, no sé si por haberme acercado más a ellos, o por ahora saber que podría ser observado por cada árbol de este sitio.

Esto pudo perturbarme un poco, pero mientras sigo caminando, algo más llama mi atención. Hay una gran y vieja casa de madera frente a mí: Dos grandes ventanas, no logro descifrar si están rotas o no, pero aún así no dejan ver al interior; una chimenea que vigorosamente parece no haber sido invadida por animales todavía, y la puerta principal que, pese a ser vieja, parece aferrarse a los años. Todo en esa casa parece aferrarse a los años.