Parte 2: Gatito mimoso en el congreso

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Era miércoles. Javier estaba sentado en su banca del congreso mientras no dejaba de pensar para sí mismo:

Javier: Oh, ¿vendrá la zurdita a la sesión de hoy?

El libertario se da vuelta de repente cuando escucha que alguien grita su nombre:

- ¡JAVIERCITO!

Javier se voltea ilusionado pero se encuentra que la persona que lo había llamado no era la candidata de izquierda, sino que era Sergio Massa con traje de maid que se le acercaba cariñosamente.

Massa: Hola Javiercitoooo, ¿cómo está mi libertario favorito?

Javier: ¿De qué hablas, Sergio-kun? Ya te he dicho que no estoy interesado en ti.

Massa: Aaah, ¿así que no deseas el hermoso cuerpo de peronista que poseo? ¿Sabes que nadie puede resistirse a mis encantos? Ni siquiera Esquiareti (nunca supe como se escribe).

Javier: He dicho que basta, Sergio, déjame tranquilo – exclamó nervioso y con sus manos sudadas.

Massa: ¿Dejarte tranquilo?

Dicho esto, Massa levantó su mano y la golpeó contra la pared contraria al rostro de Javier mientras lo miraba de forma seductora.

Javier: ¿¡Q-Q-QUÉ HACES!?

Massa: Quiero hacerte mío... - le tomó suavemente el mentón.

Javier: ¡DÉJAME, NO QUIERO!

Massa: En unos segundos... serás mi gatito mimoso...

Massa se le acercó para darle un chape peronista intenso y justo cuando sus labios estaban por encontrarse... ¡PAM! Massa fue empujado hacia un costado. Alguien lo había quitado del camino.

Miriam: Él es MI gatito mimoso... - exclamó mientras lo miraba furiosa como si estuviera a punto de despertar todo su odio hacia la plusvalía y la propiedad privada.

Massa: Miriam... - le exclamó indignado.

Miriam: Deja a Javier en paz o... le diré a Cristina.

Massa: ¡NO, POR FAVOR! ¡VOLVERÁ A USAR EL CINTURONGA CONMIGO SI VUELVE A ENOJARSE! ¡UN CINTURONGA PERONISTA TAN GRANDE COMO BOKITA!

Massa, asustado, salió corriendo con su traje de maid. Miriam, victoriosa, volteó hacia el libertario, le extendió su mano y le exclamó:

Miriam: ¿Te encuentras bien, Javier-kun?

Javier: Nunca he estado mejor... - exclamó con sus ojos brillantes.

Javier tomó de la mano a la zurda y ella, atrevida y sagaz, tiró de ella para que ambos queden con sus narices pegadas. Con sus rostros cerca, Miriam le susurró:

Miriam: Acá estoy para protegerte... mi gatito mimoso.

Javier tragó saliva nervioso y comenzó a temblar. Ella le gustaba... Le gustaba mucho. Le gustaba más que dolarizar.

Mirian: ¿Acaso estas nervioso, mi gatito mimoso?

Javier: Y-ya basta... Estamos en el congreso...

Mirian: No me importa... Estuve esperando para verte desde el debate pasado. Te extrañé.

Dicho esto, Miriam agarró de la nuca a Javier y le dio un apasionado beso zurdo. Chaparon. Chaparon groso. Pero bien groso eh, no les importó una bosta que estaban todos los diputados mirando. De repente y sin previo aviso, Miriam bajó una mano al glúteo izquierdo de Javier.

Miriam: Tu siempre hablas de reventar los ministerios... ¿Quieres ver lo que se siente ser un ministerio reventado?

Javier: ¿¡E-E-EH!?

Miriam: Quiero dejarte como vos vas a dejar al banco central... Hecho mierda.

Antes de que la cosa suba más que la inflación, entró el gobernador de Córdoba:

Juan Esquiareti: Bueno bueno, basta, que estamos en el congreso la she puta que lo pario.

Los separó de un tirón. Javier quedó con su respiración agitada y manos temblorosas. Miriam, desde lejos, se despidió pícaramente:

Miriam: Nos veremos próximamente... gatito travieso – y le tiró un besito mientras se iba caminando con aires triunfantes.

Javier llevó una mano a su pecho, nervioso, preocupado y con ganas de hacer asado.

Esquiareti: ¿Estás bien, culiao?

Javier: ¿Por qué nos has separado? – le dijo furioso y aún sonrojado.

Esquiareti: Estaban re calenchus en la mitad del congreso, ubícate culiao.

Javier: Juan, tu eres un... Eres un... BAAAAAKAAAAAAAAAAA – su grito resonó por todo el congreso.

Javier salió corriendo de la sesión con lágrimas en sus ojos. Ahora no iba a poder dejar de pensar en la candidata de izquierda. Necesitaba volverla a ver. Urgente.

De la nada, Esquiareti pela una parrilla y se pone a cocinar un buen asado para todo el congreso. En el asado, había vacío, molleja, chorizo, morcilla. También le agregó papas fritas y una ensalada para acompañar.

Esquiareti: VAMO CÓRDOBA CAPITAL – remató mientras se ponía la camiseta de Talleres. 

"MIAU" (lemon hot) - BREGMAN X MILEIWhere stories live. Discover now