Capítulo 5: Madre

En başından başla
                                    

Cantamos y bailamos las dos juntas hasta que termina la canción y llegan Alejandro y Elena con varias latas de cerveza, las cogemos y empezamos a tomar.

Y como no pueden faltar las broncas, no ha pasado ni una hora y ya están dos hombres dándose  golpes como a piñatas, en fin mi bello país.

Dispuestos a irnos a terminar el concierto en otro lugar sin Diván (obviamente) nos vamos alejando del gentío pero cuando me volteo no veo a Claudia.

— ¡Alejandro! ¡¿Dónde está  Claudia?!              —pregunto atemorizada mirando hacia todos lados, está mierda no puede estar pasando.
     
—Camila cálmate —Elena me agarra por los hombros y limpia las lágrimas que brotan de mis ojos, ni siquiera me había dado cuenta que estaba llorando. Pueden pasarle muchas cosas malas en un lapso de tiempo menor a veinte minutos, la gente no tiene compasión con nada, ni nadie.

Agarró mi teléfono desesperada mientras la buscamos por toda la porquería de lugar. No contesta por dios.

Pasan treinta minutos y mi corazón está a punto de salirse de mi tórax, hemos preguntado a cuanta gente vemos en el camino, buscado hasta en los baños y nada.

Alejandro buscó a unos amigos suyos que estaban en la fiesta y lo están ayudando a buscar a mi hermana, no sé qué seré capaz de hacer si le ha pasado algo malo.
       
Han pasado casi veinte minutos y no puedo estar más desesperada. No aparece por ningún rincón de este lugar.
       
— ¡Claudia!  —exclama Elena y se para ya que estada sentada en una butaca a mi lado y yo giro mi cuello casi al punto de terminar con torticolis, Claudia sale de un callejón donde hay unos matorrales altísimos y frondosos, agarrada del brazo de un hombre un poco mayor. Está con toda la ropa destrozada, los ojos irritados y las manos temblorosas, corro hacia ella y me abraza muy fuerte.

—Ya pequeña, estoy aquí —la consuelo mientras le paso la mano que tengo libre por el pelo ya que con la otra la estoy abrazando.
       
       
—Ca...cami  —dice mi nombre entre sollozos y vuelve a esconder su cabeza en el hueco de mi cuello.
       
—Ese asqueroso no...no pa...paraba d...de tocarme  —dice entre hipidos y se lleva las manos hacia la cara cuando se separa de mi cuello.
       
— ¿Qué te ha  pasado amor? ¿En qué momento te cogió? —la siento en la butaca donde estaba Elena y ahí me cuenta todo.

Parece que el condenado la estaba velando desde que llegamos, aprovecho la distracción de la bronca y la agarró por el brazo y se la llevo hacia los matorrales, menos mal y el muy hijo de puta no tenía nada con que hacerle daño sólo estaba borracho como una uva, dijo que era muy fuerte que al parecer tenía entrenamiento.

Y cuando estaba al punto se violarla pasó el hombre y la oyó gritar ya que con la bulla que había aquí nadie la oía, se metió entre las matas y le dio tremenda paliza al hombre, yo no soy problemática, pero si yo lo agarró él va a saber lo que es bueno...

Me paró de golpe y miro hacia donde está el hombre que ayudó a Claudia.

—Muchas gracias, en serio no se como puedo agradecerte que hayas hecho esto sin ni siquiera conocerla y exponiéndote a cualquier peligro, ahora ¡¿Dónde carajos está ese hijo de puta?! —no me puedo quedar así.

Estoy muy alterada.

—No fue nada, para mí fue todo un gusto además ese es mi trabajo, salí para despejar un poco y ya veo que es que la obligación no me quiere soltar, simplemente no pensé en esos momentos, además cualquiera hubiese hecho lo mismo, y no te preocupes por ese hombre. Llamé a un compañero de trabajo que había venido conmigo, ya que yo había ido a contestar una llamada y está reteniendo a ese desgraciado, lo que si necesito que en cuanto llegue la patrulla que acabamos de llamar vayan con nosotros a la policía a poner la denuncia.
       
Habla sin parar como si estuviese ansioso.       

Mi enfermera favorita   (Borrador)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin