<¦°Padres°¦>

~§°Capitulo 5°§~

La cabeza le dolía, pero le dolía más el corazón

Avia perdido a la persona a la que más amaba en el mundo frente a sus ojos y el no pudo hacer absolutamente nada

Al cabo de unas dos horas volvió a dormirse, aferrado al azebache mayor que lo abrazaba con fuerza

-dentro de unas horas sabremos qué paso-dijo Sanemi abrazando al de ojos bi-color y de paso al azebache menor que estava acostado sobre el regazo del omega mayor

Si, cada pérdida qué el azebache avia tenido ellos la veían, pero cuando dormían, y fue haci como avían conosido a Sabito, era un buen chico y para su edad era bastante fuerte qué traía loco a Giyuu, almenos ahora sabian quien era

Cuando se durmieron lo vieron todo, era la selección final de hace años, ese chico avia derrotado a todos los demonios de la prueva, excepto por uno, el demonio casi mataba a Giyuu pero Sabito abia llegado a ayudarlo mientras otro chico sujetaba a Giyuu, esa avia sido orden de Sabito para que el azebache no se metiera, lo que nunca se uvieran esperado era qué la espada del chico se rompiera, y el demonio aprovecharía eso para reventarle la cabeza, todo enfrente de Giyuu, su sangre salpico todo incluyendo a Giyuu, su mascara cayo frente a Giyuu, estava atascada de sangre al igual que el mientras el menor se Avia quedado en shock

Fue cuando despertaron, ahora sabian el por que el azebache avia estado haci

Pero luego se dieron cuenta de que el azebache no estaba, otra vez, fue cuando se preocuparon, rápidamente se levantaron, Suplicando al cielo qué el azebache, no uviera cometido una locura

-¡Giyuu!-grito Iguro asustado y con las lágrimas comenzando a asomarse por sus ojos

-¡Tomioka! ¿¡Donde estas!?-dijo Sanemi preocupado

-mierda, Mierda, mierda-dijo Obanai sintiendo por primera vez en toda su vida, su corazón detenerse

Sentia qué el aire le faltaba, estaba pálido y estaba comenzando a marearse, asta que Sanemi cayo en cuenta de algo, pero después, noto el estado del azebache

-¡Hey!, Iguro, ¡Obanai!, ¡OBANAI IGURO MÍRAME!-dijo tomando de los hombros al menor, quien ya se encontraba soltando lagrimas-¡el esta bien! ¿¡si!?-dijo viéndolo directo a los ojos, viendo el terror en los ojos del contrario

Sabia que no era por el, si no por aquel azebache

-Kaburamaru no esta, tiene que estar con Giyuu, saves qué esa serpiente jamás dejaría que Giyuu hisiera algo-le dijo miéntras qué con sus pulgares limpiaba sus lagrimas para luego abrazarlo por la cintura

Asta que derrepente escucharon el sonido de la puerta abrirse, ambos voltearon y hay lo vieron

Kaburamaru estava en su cueyo y Kanzaboru, su cuervo estava en uno de sus brazos

Su mirada era sería y no parecía aver hecho algo, parecía aver salido para tomar aire

Obanai sintió como el aire regresaba a sus pulmones y rápidamente corrió a abrazar al menor, el otro se sorprendió, pero sin decir nada solo correspondió el abrazo, luego se hacerco Sanemi, abrazandolos a ambos

El menor sentía las vibras de los mayores, las avia sentido un poco antes de estar cerca de la Finca

Luego de un rato se separaron mientras Iguro seguia incado en el suelo, a la altura del menor

-Giyuu, ¿Donde estabas?-pregunto Sanemi viéndolo de manera sería

El azebache tardo unos segundos para responder

-afuera

Fue lo único que dijo, con expresión sería y voz fría

Ambos mayores se sorprendieron por tal respuesta, pues el menor siempre respondía de manera alegre y con una sonrisa, aunque no era de extrañarse, haci qué, lo aceptaron

El menor termino de entrar y a paso tranquilo se dirigió a uno de los cuartos a los que los mayores no entraban

Ellos solo avían entrado al cuarto del azebache, la cosina y el baño, de hay pal real a ningún lado

-se ve afectado-dijo Sanemi viendo en donde avia entrado el menor

-¿tu crees?-respondió Iguro con sarcasmo-es obio qué va a estar haci

-ya se pero... Se veía más... Diferente, cuando su hermana murió, no se Avia puesto tan mal como ahora-dijo Sanemi biendo a su pareja, quien ya se Avia levantado

Y Obanai entendió su punto, y era muy cierto

-solo espero que no dure mucho-dijo Iguro, sin saver qué desde ese día, el azebache nunca, volvería a ser el mismo que antes fue

CONTINUARÁ