†Capitulo 151† ¿Quien canta en la oscuridad?...

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Y cuando la tortura de todos los prisioneros en la torre de extracción, dió paso a un largo silencio.

...En el que los gemidos ahogados y débiles llantos, no forzejeaban con la debilidad de la lastima.

Si uno solo de ellos pudiera quitarse el collar que sellaba sus dones...

Sin duda alguna usaría tal oportunidad para ayudar a sus compañeros....

O huiria pensando solo en si mismo,
corriendo con prisas para no mirar atras..tratando de ahogar el dolor de los recuerdos en esa torre.

..Pero no..

Ni siquiera los cobardes ni los protectores, tenían está dulce oportunidad.

Y se veían limitados a las cadenas invisibles que los confinaban a sus celdas.

....

A Coraline,..los huesos le calaban en la carne, estos parecían vibrar con fuerza, amenazando con astillarse.

Sus ojos y oídos palpitaban con un penetrante dolor agudo, su sentido de la vista se veía obstruido por una tenue mancha rojiza, y el sentido de la audición pitaba violentamente.

Que decir de su cuerpo...era el reflejo mismo de alguien al que habían hecho vomitar a la fuerza.

Cada una de sus extremidades era incapaz de moverse, temblaba de miedo y de frío.

...Miedo...

¿Cuántas veces se había sentido haci?...

En presencia de seres y rivales que con su sola aparición ya causaban este instinto de supervivencia en la Titan.

..Pero incluso ella, la mas valiente de sus hermanos, aquella que no media sus fuerzas a la hora de proteger a los que más quería,..de destrozar a los imbéciles que se cruzaban en su camino...

Incluso ella..era incapaz de doblegar este sentimiento...

Se sentía como una presa fácil,
la mas vil y débil de las criaturas..

¡Y eso la avergonzaba!...

Ya había soportado la humillación de perder contra el pajarraco llamado Cuachjk.

De ceder ante el increíble poder opresor de una diosa.

Pero incluso para aquellas ocasiones, la Titan no había perdido fuerzas ni ganas de seguir luchando...

Está vez...era diferente.

...Completamente diferente...

Se sentía humillada,
como un monstruo al que le habían quitado los colmillos y obligado a servir a sus captores.

En esta ocasión...lo que le impedía defenderse no era un guerrero muy fuerte ni una diosa.

... No...era un estúpido collar en su cuello.

......

Para cuándo su cuerpo entumecido comenzó a recuperar "el vigor" que le permitía ponerse de pie.

Todas las jaulas comenzaron a flotar y se distribuyeron por los distintos niveles de la torre.

Solo en el ascenso, Coraline pudo percatarse de que no había pisos en el sitio donde se encontraba.

Las zonas mas altas estaban marcadas con brillantes líneas blancas, y para que sus captores pudieran subir hasta las últimas celdas flotantes, debían usar las delgadas escaleras en espiral que se hallaban en las paredes de la redonda estructura.

Sendero primigenio #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora