Bonus Epílogo: Jungkook

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Esperaba el dolor. Eso era lo que había pedido. El fuego recorrió su piel cuando Yoongi le abofeteó el culo y luego lo calmó con una caricia. Jungkook gimió cuando Yoongi le dio otra bofetada en el otro lado.

—Más.

—Tú no haces las reglas —murmuró Yoongi, pero le recompensó con una dura bofetada que rozó sus pelotas, provocando el más exquisito dolor en él.

—Oh, joder, sí.

Las uñas de Yoongi recorrieron su culo, afiladas como garras. La piel de gallina recorrió todo el cuerpo de Jungkook. Su culo tenía que estar cubierto de huellas de manos y arañazos. Su polla palpitaba al pensarlo, pero no había nada que pudiera hacer con el culo al aire, ni siquiera molerse contra la cama.

—Más. Tócame.

Lo que había pedido era dolor, pero lo que obtuvo fue el plano de la lengua de Yoongi lamiéndole desde los huevos hasta su agujero.

—Jesús.

—No todavía —se burló Yoongi, haciéndolo de nuevo, esta vez envolviendo su mano alrededor de la polla de Jungkook para trabajarla al ritmo de su lengua exploradora.

Jungkook no iba a enfadarse por este giro de los acontecimientos. ¿Cómo podría hacerlo si se sentía tan bien? Pero entonces desapareció, sustituido por otra fuerte bofetada que lo dejó literalmente goteando en la mano de Yoongi.

—Realmente necesitas el dolor —susurró Yoongi.

—Sólo te necesito a ti —prometió Jungkook, con el corazón acelerado al oír el chasquido revelador del cuchillo de Yoongi.

Yoongi le agarró el culo, masajeándolo por un momento antes de decir:

—Uno por cada año.

Le había hecho una promesa a Yoongi. Una vez al año, en su aniversario, lo marcaría, le haría un corte lo suficientemente profundo como para que le quedara una cicatriz, para que algún día tuviera un recuerdo táctil de sus años juntos.

—Por favor —susurró Jungkook.

Siseó cuando Yoongi arrastró la cuchilla por su mejilla, y luego se inclinó para lamer la sangre que brotaba del corte, con su saliva, que de alguna manera quemaba y calmaba al mismo tiempo. Jungkook gimió, con la polla goteando ante la idea de que Yoongi le lamiera las heridas.

Entonces el cuchillo desapareció, los dedos de Yoongi se movieron sobre su entrada, deslizando dos dedos resbaladizos dentro sin previo Aviso, forzando el aire de sus pulmones.

—Mierda.

—Ya estamos casi ahí—bromeó Yoongi, aunque su voz temblaba un poco.

Ardía, luego dolía, luego se sentía como si no fuera suficiente, pero cuando Jungkook miró por encima de su hombro a Yoongi, éste parecía paralizado, con los ojos fijos en el lugar donde sus cuerpos se unían, el labio inferior atrapado entre su labio mientras lo abría con los dedos.

—Estoy listo —dijo Jungkook.

—No te pregunté —respondió Yoongi, retorciendo sus dedos de una manera que hizo que los dedos de Jungkook se curvaran.

—Por favor —susurró Jungkook.

De repente, los dedos de Yoongi desaparecieron, sustituidos por su polla deslizándose contra el surco de su culo. Jungkook inclinó las caderas como si pudiera engañar de alguna manera a Yoongi para que entrara en él, pero éste se mostraba obstinadamente evasivo.

—Gatito —gimió.

Yoongi dejó escapar una respiración temblorosa, saliendo del personaje el tiempo suficiente para murmurar:—Esto va a terminar en segundos.

M.N. (1-7) pt 1Where stories live. Discover now