Looking for the moon

76 10 1
                                    

Salí a caminar para despejar un poco mi cabeza, desde hace un par de días que no podía sacármelo de la mente, habían pasado ya seis años desde la última vez que nos vimos, no sabía por qué había vuelto a pensar en él, la situación me tenía completamente desorientada y abrumada, habíamos dejado las cosas en paz y hasta se puede decir que quedamos como amigos, aunque no estábamos en contacto sabíamos que podíamos contar con el otro para lo que fuera, después de todo primero habíamos sido amigos antes que pareja y queríamos al menos salvar esa parte de nosotros.

El sonido de las hojas quebrándose bajo mis zapatos logró que me distrajera un rato, caminé sin rumbo  hasta que me encontré en una zona que me envolvió en recuerdos, esos recuerdos de los que tanto estaba tratando de huir.

Solté una debil risa, hasta mi inconsciente me estaba jugando una mala pasada, definitivamente no podía escapar de mi cabeza.

Miré la hora en mi teléfono y ya era un poco tarde así que decidí que ya era momento de regresarme, tomé camino de vuelta, había avanzado un par de cuadras hasta que un perro se me acercó y me empezó a olfatear, me agaché para acariciarlo un poco, cuando una voz que oí a lo lejos empezó a calar por mi piel, era él.

¡Ollie! Ven para acá —cada vez lo escuchaba más cerca, mi corazón empezó a latir más fuerte, no sabía qué hacer, una parte de mi quería salir corriendo, no estaba para nada preparada para volverlo a ver, no ahora.

Perdón, es un poco travieso —escuché la voz de Christopher a mis espaldas, trague grueso, sentía el corazón en la garganta.

No pasa nada, está muy lindo —me levanté para finalmente verlo —Hola— lo saludé tímidamente con la mano, cuando nuestros ojos se encontraron pude ver el asombro en su rostro, seguramente era la última persona que esperaba cruzarse.

Dul... Dulce, hola —esbozó una sonrisa y se la devolví, nos quedamos en silencio un rato hasta que Ollie empezó a saltar sobre mi nuevamente.

¿Me reconoces? —le pregunté al perro, volviéndome a poner a su altura— la última vez que te vi todavía eras un cachorrito

Se ve que se acuerda de ti, no puedo creer que te haya reconocido —lo miré sonreír y sentí como todo dentro de mi tembló, seis años habían pasado, seis, y él seguía teniendo efecto en mi.

Que loco —me levanté con la firme intención de irme, no iba a poder soportar más tiempo en su presencia — me alegra verte, pero ya me tengo que ir

Me sentía como una adolescente tratando de huir de ahí, pero lo último que necesitaba en este momento era volver a hablar con él.

¿Sigues viviendo cerca? Te podemos acompañar, así sirve que Ollie pasea un rato y nosotros podemos charlar —puso sus manos en los bolsillos de su pantalón, estaba nervioso.

Eh, no, no es necesario, no te preocupes —traté de sonreír lo más natural posible— cuídense, que lindo volver a verte Ollie —acaricié su cabeza— me alegra verte bien Christopher, cuídate

Y sin esperar una respuesta salí lo más rápido que pude de ahí, todavía tenía el corazón latiendo como si quisiera salírseme del pecho. Cuando llegué a mi departamento lo primero que hice fue meterme a la ducha como si con el agua pudiera borrar todos los recuerdos que habían empezado a aparecer.

No puede ser mi suerte —dije en voz alta antes de reírme, había salido a caminar en un intento de sacarlo de mi cabeza y terminé cruzándomelo.

La vida tiene una manera muy particular de enfrentarte a ti mismo, estaba buscando huir de mis pensamientos y terminaron casi que materializándose ante mi, el pasado volvió para abrazar mi presente pero de una manera distinta, el solo pensar en él me estaba volviendo loca, necesitaba sacármelo de la cabeza, al fin y al cabo ya lo había superado, ¿no?

Right Where You Left MeWhere stories live. Discover now