[ 1 ]

14.7K 770 35
                                    

Riley

-Riley, cariño sonríe para mí -me pide Johan como por décima vez. Suspiro lentamente y curvo mis labios, esta vez poniendo una mano sobre la cintura. El flash sale de la cámara con una luz que logra cegarme por un minutos, haciendo el intento de no parpadear y no borrar la sonrisa requerida. De todos modos, ya debería estar acostumbrada a esta rutina tan "fascinante" como lo llamarían algunos, sin embargo era un concepto ya agotador para mí.

Mi padre, un importante funcionario en Hollywood, fue el que me metió a este mundo del modelaje. Era algo que había tomado como un hobby, una entretención, algo para mantener mi vida ocupada luego de haber fracasado en la secundaria por mis insuficientes calificaciones. Era algo que iba acumulando importancia cada año, al igual que la fama, las pasarelas, sesiones de fotos y, obviamente, los millones de dólares que gran parte se iban a la cuenta de mi padre.

En ese tiempo pensaba que iba a vivir con las comodidades de una reina, que todo sería más fácil, que tendría muchos amigos y que, posiblemente, consiga un novio reconocido mundialmente.

Pero resultó ser todo lo contrario.

¿Vivir como reina? Viajo tres veces a la semana, dos días son dedicados a sesiones de fotos mientras que los restantes son de puro -y obligatorio- gimnasio. Eso conlleva a pocas horas de sueño, kilos y kilos de maquillaje encima que me dañan la piel y un terrible dolor de músculos al terminar la semana.

¿Más fácil? Estoy obligada a morir de hambre todos los días con tal de no subir cierta cantidad de kilos para que mi carrera no se vaya a la mierda, cosa que a mi familia no le gustaría. Además tengo que soportar las duras críticas que algunos medios publican, aparte de desmentir estúpidos e inciertos rumores que han amenazado mi trabajo.

¿Tener amigos y un novio? Los únicos que me han estado apoyando incondicionalmente han sido mi asistente Gywn y Johan, mi mejor amigo de la infancia y ahora fotógrafo que me acompaña en todas mis sesiones. Y acerca de "relaciones amorosas", sólo han sido para el beneficio de la otra persona, o simples y conspiratorios negocios que realiza mi padre con tal de llenar sus bolsillos.

Ya no quiero nada de eso. Ya estoy cansada de mostrar una sonrisa que realmente no la siento a las cámaras, de no poder saborear alimentos que comería una persona común y corriente de veinte años, de fingir que vivo cómoda con todos los lujos posibles y de estar sola rodeada de personas que no les importa nada más que a ellas mismas.chao

Había decidido hace unos días que iba a terminar con esto, pero para lograrlo, necesitaba la ayuda de Johan y Gwyn.

Después de unas tomas y al escuchar el esperado "¡terminamos!", Gwyn se acerca a mí con un vaso de agua en una mano y con mi agenda en la otra.

-¿Qué tienes para mí Gwyn? -le pregunto luego de tragar un sorbo. Espero que nada haya aparecido esta tarde, debía hablar con ellos.

-Surgió una cena para esta noche y su padre hará un anuncio muy importante por lo que me pidió que no debe faltar, y mañana...

-Gwyn, ¿cuántas veces debo decirte que dejes las formalidades conmigo? Tengo veinte años, no estás tratando con una anciana -la interrumpo con una sonrisa.

Ella se queda en silencio y asiente aliviada.

-Dime, my dear ¿qué te está pasando por la cabeza? -Johan se acerca con su lujosa cámara colgándole del cuello-. No te veías al 100% como las otras veces, ¿tienes algún problema?

-Ninguno del que te deba preocupar Jo -le sonrío y luego me acerco a los dos-. Tengo que decirles algo muy importante, y necesito su ayuda.

Oh my god! No me dirás que estás embarazada ¿o sí? -el fotógrafo pone una cara de espanto y se abanica con la mano-. ¡Por todos los guapos de Hollywood! Tan hermosa y joven...

Nuestro Cielo (h.s)Where stories live. Discover now