Llegué y empecé a observar desde las gradas, la mayoría me conocía así que me saludaban amablemente.

Cuando terminó el juego bajé de las gradas y esperé en el estacionamiento a que él saliera para que me llevara a casa.

—¡Ey!.— escuché un grito detrás de mí y sabía de quien se trataba

Me giré un poco para ver a Osvaldo ¿qué hacia aquí?. Estaba a punto de ir con él pero ví saliendo a Dante así que corrí para abrazarlo

—Que hermoso es ser recibido así.— me abrazó también

—Jugaste increíble.— halagué, gracias a su último lanzamiento habían ganado

—Es un honor qué la estrella de la liga me lo diga.— sonrió así que también le sonreí —¿Lista para ir a tu casa?.—

Negué y me miró confundido

—Llegó Osvaldo para llevarme.— dije señalando el auto

—Tu hermano es siempre tan entrometido.— se quejó y lo miré mal —Aún así debería aprovechar que siempre aparece para pedirle una foto ahora que se volvió famoso.—

—No te la daría, no le agradas.— confesé para burlarme de él

No era del todo mentira, Osvaldo tenía mal humor extrañamente siempre que se trataba de Dante, nunca entendí porque

—Te veo en la universidad mañana.— me despedí besando su mejilla y él sonrió

Me alejé de ahí hasta llegar al auto de Osvaldo y subí en la parte del copiloto. Él ni siquiera me saludó, simplemente arrancó.

Puse música desde su spotify para alegrar un poco el ambiente.

—Literalmente te le lanzaste a los brazos wey.— exclamó por fin y reí —No lo dije para que te rías.—

—Es mi mejor amigo.— recordé entre risas

—No mames ¿ese no era yo?.— frenó de golpe

Hubo un silencio grande pero después ambos reímos sin parar

—Lo sé, ya ni yo me creo eso de "solo amigos".— exclamó sin dejar de reír y mi risa se detuvo —Ya sabes wey, hermanos y esas mamadas.—

Asentí con una sonrisa mientras sacaba mi celular para grabar a Osvaldo manejando y presumir que era mi chófer personal. Solía subir ese tipo de cosas a mis historias para darles contenido a sus fans, muchos me seguían solo por ser su amiga así que tenía que darles algo a cambio

—Oye ______.— me llamó y lo miré, aun así estaba concentrado en el camino —Hay un amigo que está bien pendejo y le gusta alguien que es menor que él, ¿qué opinas al respecto?.—

—Pues que está bien ¿no?.— reí un poco —Nadie elige quien le gusta, simplemente sucede.—

Hubo un pequeño silencio

—Al menos que sea alguien menor de edad, si es eso debería reconsiderarlo.— aclaré rápidamente y él rió —Sería delito y yo no seré cómplice de algo así.—

Lo miré conducir, parecía pensar que más decir

—Creo que me había dicho que esperó a que ambos fueran mayores de edad.— contó —Tu si fueras esa chica ¿le darías chance a un wey mayor que tú?.—

Jamás lo había pensado, no era como si tuviera amigos mayores que yo, el único era él

—Depende si tiene dinero.— me burlé y él se giró un poco para verme mal —Ya, lo siento.—

Llegamos a casa así que se detuvo. Ambos bajamos

—No te gusta tu amigo ese ¿verdad?.— cuestionó mientras caminamos los pocos metros hasta la puerta de mi casa

—No es mi tipo.— respondí quitándole importancia —Además con todo lo de mi búsqueda de trabajo no tengo tiempo para pensar en novios.—

Osvaldo simplemente despeinó mi cabello y sonrió

—Cuando encuentres a alguien debo aprobarlo primero.— condicionó y asentí —Conste, es una promesa.—

Estiré mi meñique para que cerrar la promesa, él unió el suyo.

—Ahora dejame entrar a mi casa, muero de hambre.— dije y escuché que rió

—Mamá preparó tu comida favorita hoy, por eso fuí a buscarte.— recordó y salté emocionada —Vamos.—

Corrimos hasta su casa, era una distancia muy pequeña pero aun así quería llegar antes para comer.

𝐏𝐋𝐀𝐘 𝐓𝐈𝐌𝐄 [ElMariana X Tú] ✓Where stories live. Discover now