•|CAPÍTULO 17: DOLLHOUSE.

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Desde el momento en el que supe que ella seguiría, entre comillas, los mismos pasos que su madre, hizo que el sentimiento de miedo al igual que el de preocupación se hiciera presente y hasta la fecha sigue perdurando. Se hasta donde puede llegar Arleth con tal de seguir recibiendo todos los millones de Magnus tras que este le arruinará la vida.

Lo que ella no sabe, es que Magnus prácticamente ha arruinado la vida de todos y no solo la suya.

—Sabes que no soy tu enemiga, Trevor.

—¿Pero?

—No dejes que su relación deje de existir, los tres son la única familia que tienen. Son hermanos, Scarlett te adora y por ti es que ella quiere seguir tus pasos.

Una media sonrisa se instala en mi rostro sabiendo que es verdad, Scarlett ama todo lo relacionado a mi mundo que incluso Adelaine trata de mantenerla quieta ya que es todo lo contrario a ella.

La pequeña piloto.

—¿Te puedo preguntar algo mamá?

Ella asintió que incluso me tomé el tiempo de verla fijamente.

Es muchísima mujer para Magnus, se que ella no es feliz aunque lo aparente.

—¿Por qué sigues con él?

La ví ponerse tensa, sin embargo fue tan rápida que relajo los músculos antes de sonreír y seguir con la masa para sus galletas.

—No sabes cuantas veces intente dejarlo que incluso ya perdí la cuenta—suelta una leve risita que me hierve la sangre ante lo que escucho—, en la primera estaba embarazada de ti y no me importó recibir los golpes, pero debía de protegerte.

Ella niega cuando se da cuenta de que me he levantado para ir hacia donde está, mi madre es de las que pocas veces da y recibe contacto físico. Y no es algo que me moleste, pero sí es un poco incómodo ya que en ocasiones sí me gustaría tener un abrazo suyo.

—La única manera de librarnos de tu padre es que esté en un ataúd, Trevor—dice después de unos segundos llenos de silencio—, todos lo sabemos.

Así todos podremos vivir sin preocupaciones y presiones por parte de él. Si Magnus muere, Arleth simplemente sería libre también y no estaría jodiendo la vida de mis hermanas.

Romina ya no dice nada pues los ruidos provenientes del despacho hacen que siga con la masa, mi espalda se pone recta al oír los pasos del que desgraciadamente es mi progenitor bajar las escaleras.

—La comida, Romina—ordena este en cuanto baja.

—Ya te la deje en la barra.

—Sabes que odio eso, joder—el movimiento que hace con desden al quitar el plato que cubre la comida me llena de ira ya que este cae al suelo quebrandose—. Y limpia eso de inmediato.

—No es tu jodida sirvienta, para eso tienes personal—intervengo mientras bebo el zumo frío—, deja a mi madre en paz.

Magnus me observa fijamente y se que le pican las manos para querer darme una "lección" y así aprender a respetar. Más no lo hace porque sus putas reglas me las paso por el culo y sabe que su jodido campeonato se haría mierda sin mi.

—Repasa los lineamientos para la siguiente carrera.

—Ya lo hice, Joseph debería de hacer lo mismo. No estarse paseando con los reporteros siempre, él es quien está acabando contra el muro siempre.

—A él lo tengo haciendo otras cosas más importantes.

—¿Como que?—Lo reto a decirme girándome para verlo.

—Vendí la imagen de un equipo y familia perfectos, Trevor. Pero la resbalosa de tu hermana no lo pensó dos veces en venir a traicionarnos y esta no desea cooperar. ¿Crees que no se que ella ya ha cobrado su fideicomiso? ¿Que Dassaúlt no jugó sucio en hacer que Scarlett esté con ella cuando ni sabe cómo mantenerse viva?

—Son tus hijas.

—¿Y que?—Espeta llevando el tenedor a la boca.

Inspire profundamente porque sé lo que eso significa, que él puede mandar a hacer hasta lo inimaginable y limpiarse las manos ya que nada lo podrá culpar.

—Mis negocios son más valiosos, Trevor. La vida gira en torno al dinero y quien te diga lo contrario es porque apenas si logra sobrevivir. Adelaine lo único que debía hacer era seguir con Joseph, casarse y graduarse. Scarlett en la academia y seguir sus pasos. ¿Vez que no es difícil?

—Magnus...—sisee.

—Ahora estoy lidiando con toda esta mierda—prosiguió comiendo con tranquilidad y elegancia—, además Arleth está de acuerdo conmigo y la única opinión respetada y honesta es de ella.

Mi madre baja el rostro ante sus palabras.

—¿Qué hiciste?

—¿Yo? Nada.

—¡Magnus!—Brame lleno de ira.

—Hable con los Dassaúlt para llegar a un acuerdo y me regresen a tu hermana, ellos se negaron. Ahora se deben de atener a las consecuencias.

—¡Esto no es una guerra, carajo!

—Lo es ahora y tu hermana debe de aprender. Mis hombres ya saben todo sobre ella y su rutina.

Joder no.

Le lanzó una mirada a mi madre recibiendo su apoyo y dejó la cocina saliendo con prisa de la casa. Comienzo a correr sacando el teléfono, llamó a Adelaine y descuelgo el casco de la motocicleta.

Tras el cuarto timbrazo es que ella contesta y logré oír el bullicio del lugar y después la voz de fondo de Marc.

—Después me insultas, princesa. Ahora dime donde estas—pedí con urgencia saliendo y montándome en la motocicleta.

—Estoy en el restaurante frente a la academia—responde con duda.

—¿Y Scarlett?

—Está en el colegio. ¿Qué está pasando, Trevor?

Ella está con Marc y ese hombre a pesar de ser mi rival. Sabe cómo conducir.

—Pasame a Marc.

La escucho balbucear del otro lado.

—¿Si?—Habla este y es tan raro saber que ellos ahora están juntos.

—Sea lo que sea que ustedes tengan, hazmelo saber protegiéndola. Saca a mi hermana del restaurante y llevala al 0510 de la residencia de Vaisman.

Sin embargo, no me responde ya que el bullicio aumenta y la línea se corta. De prisa guardó el teléfono y prendo la motocicleta para después pasar al casco.

Confío en que la sacara de ahí, acelerando todo lo que puedo salgo en dirección al colegio de Scarlett.

ANACRONÍA. | 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 «𝗕𝗢𝗥𝗥𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗦𝗜𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗥»Where stories live. Discover now