L.Q.S.L.P - changlix

๑ 06 ๑

La campana repica indicando el inicio del descanso. Hyunjin comienza aguardar en su mochila todo lo que usó durante las clases pasadas. Changbin se voltea a observarlo hasta que deja su mitad de la mesa sin nada encima.

—Oye Hyunjinie, ¿trajiste desayuno?

Hyunjin no alcanza a contestar, ya que tres chicos se colocan frente a ellos.

—Changbin, vamos a hablar con la maestra, ¿vienes? — pregunta Jongin.

—Claro — dice el chico poniéndose en pié —. ¿Vienes Jin?

—Prefiero quedarme a desayunar — contesta Hyunjin sacando un sándwich de su mochila.

—Como quieras amigo — contesta Jongin.

Momo toma a Changbin del brazo y los cuatro salen del aula para buscar a la maestra de teatro.

—¿Alguien sabe donde está la profe? — pregunta Jihyo.

—Posiblemente en la sala de maestros — contesta Jongin.

El cuarteto avanza en dirección hacia aquel lugar, casi prohibido y temido por muchos alumnos, tanto así como la dirección. Un letrero de «sala de maestros» adorna la puerta blanca. Kai la abre lentamente e introduce la cabeza. Después de unos segundos la vuelve a cerrar.

—No está la maestra — le informa a sus amigos.

—Tal vez no viene hoy — sugiere jihyo.

—Compermiso chicos — dice una voz detrás de ellos.

Voltean para encontrarse con un hombre joven, vestido de manera formal, llevando una mochila colgada al hombro. Los observa sonriendo esperando que se aparten de su camino.

—Hola profe Wonpil — lo saluda Jongin —. Disculpe, ¿sabe si la maestra Dahyun viene hoy?

El profesor parece pensarlo un poco, luego niega.

—Creo que solo viene los martes y jueves, a la hora del club. ¿Pero para que la buscaban? — cuestiona el docente.

—Es que debemos aprendernos un guión, pero la parte que ella nos dijo es de puras mujeres — explica Jongin —. Y yo no quiero actuar como Julieta.

El profe Wonpil ríe ante la explicación del chico, luego recobra la seriedad, pero sin dejar su sonrisa.

—Entonces deberían ensayar un diálogo de hombres, no creo que Dahyun se moleste por eso, solo díganle que no querían ser Julieta. Y si aún así no los quiere perdonar, entonces digan que la culpa es mía, y que yo los mandé a buscar otra escena.

—Esa es una buena idea — apoya Jihyo.

—Y resuelto su problema. ¿Me permiten pasar? — pregunta el maestro señalando la puerta.

Los cuatro chicos se hacen a un lado dejando el camino libre.

—Muchas gracias profe, tenga un lindo día — se despide Kai.

—De nada. Buen día jóvenes.

El maestro entra a la sala y los cuatro chicos se encaminan hacia su salón.

—Tengo hambre — se queja la pelirroja —. ¿Vamos a la cafetería?

Sus amigos asienten cambiando el rumbo de sus pasos. Momo refuerza el agarre del brazo de Changbin, arrastrándolo junto a ella por los pasillos, que como cada día, están llenos de grupos de alumnos.

—Mira, es Momo — susurra una chica después de que la mencionada pasara a su lado.

Changbin voltea discretamente para ver quien había hablado, la niña al sentir su mirada, baja la cabeza un tanto avergonzada.