禁断 [Gofushi]

I - Comienzo.

Expuse mi empleo y mi vida sólo para asegurar su seguridad.

Además poco me importaba lo que ellos opinarán de mi, ya que si les llegó con la noticia de que me are responsable de él puesto por la ley los abre burlado denuevo.

-Satoru ¿estas seguro de tu decisión? -pregunto el pelinegro algo molesto.

-si, y mucho-contesto sin quitarle la mirada de encima.

-cuidar a un niño y acerté cargo de el son dos cosas muy diferentes-le dijo no tan convencido.

-lose, pero esta decidido, tengo los recursos le puedo dar todo lo que necesitará-explicó con una sonrisa algo burlona.

-¿que hay de su familia? No as pensado que quizás algún día alguien venga por él?-

-eso jamás pasará, porque no dejaré que nadie lo aparte de mi lado-expreso un poco molesto de sólo pensar en eso. -si, suena algo posesivo aunque sólo dije la verdad -

-¿te as encariñado tanto con ese niño?-

-me es difícil no pensar en alguien así... su olor..me a cautivado.-dijo algo nervioso. -si te soy sincero...en el fondo creo que existe una pequeña conexión con él -

-¿pequeña?acaso piensas que el y tu podrían..?-

-aún no lo se pero...si fuese así...-Interrumpio algo tenso.

-¿que Arias al respecto?-

-No tengo la menor idea- ablo confundido ante ese presentimiento.

Después de su cita con Geto volvió a su casa tomo un taxi que lo llevó Asta alla, apenas abrió las puertas se encontró un pequeño bulto en el piso cubierto con una sabana no tardó mucho en darse cuenta que era Megumi, sólo descubrió su rostro lentamente sin despertarlo para luego cargarlo entre sus brazos asta su cuarto.

Cuando lo dejo recostado sobre su cama sintio un pequeño tirón en su camisa, tan pronto miro así abajo se encontró denuevo con eso bellos ojos azulinos.

"No te vallas" "porfavor"

Murmuró mientras se aferraba aún más ala ropa de Satoru. Era consciente de que sucedería ese tipo de comportamientos en él después del abandono de su padre, por lo que ya no se pudo negar a dormir juntos.

Megumi no habia tenido un agradable primer día de escuela. Satoru se dio cuenta de ello cuando fue por el y traía una expresión sería además que le temblaban los labios De verdad aquello le preocupo pues pensó lo peor al verlo asi, entonces tuvo que tomar cartas en el asunto por si se llegara a complicar.

-no se preocupe señor Gojo aremos todo lo posible para que el pequño Megumi se sienta comodo aquí- ablo la joven maestra con algo de nerviosismo ante la mirada del más alto.

-en verdad se lo agradecería que sea así, no quiero volver a dudar de su criterio -comento algo molesto.

-Vera que no-sonrió, para luego ver al hombre irse y así pudo respirar tranquila.